QUITO, 27 septiembre 2009
Queda en la memoria el concierto por la paz vivido en La Habana, , como el acontecimiento cultural más trascendente de la última historia, protagonizado por el artista Juanes y 15 exponentes de la música que jamás habrán soñado mostrar su arte ante más de un millón de humanos presentes y decenas de millones televidentes regados por el mundo.
Sólo una causa como la paz podría haber producido una concentración humana tan sensible, tan ordenada, tan participativa, tan emotiva.
Sólo un pueblo como el cubano, tan heroico, tan luchador, tan organizado, tan democrático, tan generoso, tan fraterno, podía congregarse en esa magnitud y dar un ejemplo así.
En las buenas y en las malas y siempre con la solidaridad como insignia, desde hace 50 años, el pueblo cubano nos ha dado ese ejemplo.
Es su convicción ideológica y política. Es su escuela de lucha en la defensa de su soberanía. Es la dignidad en que ha sido educado. Es la militancia en sus organizaciones, particularmente en los CDR (comités de defensa de la revolución), que tanto vituperio recibieron de la peluconería ecuatoriana. Son los valores sociales que unifican a ese gran pueblo cubano.
La paz, como se ha dicho tanto, no es sólo la ausencia de guerra. Son pocos los puntos del planeta donde impera el lenguaje de las balas. Sin embargo en todo ese planeta impera la destrucción de la paz, agraviada por la injusticia, por la violencia prepotente, por la intolerancia de los poderosos, por la imposición del miedo, por el secuestro de la inteligencia y la verdad, por el hambre, por la irresponsabilidad, por la mediocridad.
En nuestro país había un ambiente positivo pleno, entusiasta, lleno de esperanza para un pueblo que había recuperado la posibilidad de soñar en un mundo más justo, más equitativo.
Un líder intachable, incansable, capacitado, con vocación y pasión por el cambio y con la autoridad moral indispensable para gestar una gran movilización popular, desgraciadamente no orgánica, en apoyo a las tesis del ansiado cambio al que llamó “revolución ciudadana”.
La revolución implica ir dejando en el pasado las taras y los vicios, acumulados como costra en la piel social, por la indiferencia ante la injusticia y también por la acumulación de privilegios otorgados por las grandes y pequeñas cuotas de poder.
Ser un pelucón magnate, con chequera y fortuna heredada, bien o mal habida, imponía disfrutar de muchísimo poder para tener la facultad, inclusive, de levantar el teléfono y dar órdenes al Presidente. Todos los privilegios, todos.
Llegar a medrar alguna instancia en la dirigencia de un sindicato, agremiación, directiva de plantel educativo, cargo en la judicatura; ser ahijado, compadre, amante o guardaespaldas de un aprendiz o graduado de pelucón, significó, a veces, tener algunos de todos los privilegios, todos.
Al producirse un movimiento del tablero y empezar a perder privilegios que parecían normales y se mantenían inmóviles, como el cocolón de las inequidades, genera burdas pero fuertes reacciones.
Si, por ejemplo, un joven se afilia al partido político secuestrador de la educación, MPD, consigue por ese hecho, sin formación y capacidad, ingresa al magisterio, y, si es eficiente paralizador de clases y tirador piedras, asciende a "dirigente de la UNE", deja las aulas, se dedica al proselitismo partidista y pronto es candidato a concejal, a diputado para dedicarse únicamente usufructuar de su condición y nunca más a dar clases.
Esa es la historia de Gustavo Terán, cancelado de un colegio en Tulcán, luego de otro en Ibarra y terminó teniendo, por sus privilegios, DOS cargos y cobrando durante 10 años DOS sueldos, uno en Azuay y otro en Tulcán, sin trabajar en ningún plantel y ser una de las eminencias del MPD.
Cuando alteran la paz ciudadana a piedra y garrote, movilizan criminalmente a adolescentes a tirar piedras y los cómplices les dan páginas con fotos, pantalla y micrófono para que desahoguen su odio, es porque los cambios de la revolución ciudadana les está arrebatando algunos o todos sus privilegios.
Eso no formó parte del hermoso y sentido Concierto de Juanes, canto a la vida, expresión clamorosa por la paz.
Paz para que la familia cubana pueda reunirse por encima de la mafia de Miami que ya amenazó de muerte a Juanes.
Paz para que la familia ecuatoriana pueda educar con calidad a la niñez y no lanzarla a las calles para defender los privilegios de la UNE que no se evalua porque tiene certeza de su mediocridad.
Paz que arrancó légrimas de ternura a Miguel Bossé y a miles, millones de espectadores.-
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domingo, 27 de septiembre de 2009
domingo, 20 de septiembre de 2009
T E R R O R
QUITO, 20 septiembre 2009
La sociedad universal, por la virulencia, agresividad y violencia conque se pretende resolver los inevitables problemas de todo orden, hace que la psicología colectiva pase, en circuito continuo, del permanente susto al temor, luego al miedo, se acentúa en el pánico y termina en el terror, cuando ya los seres humanos colectivamente pierden las facultades de la racionalidad.
A esta crisis emocional colectiva y universal, contribuye mucho el “deporte” que practican los pájaros de mal agüero con sus presagios fatalistas, irradiando el pesimismo, buscadores enfermizos “de la quinta pata del gato”.
De allí la importancia de los liderazgos de personajes iluminados que, dentro de sus propias realidades, pretenden demostrar “que otro mundo es posible”. Y, pese a que los avances puedan ser aparentemente lentos, pensamos que lo más importante radica en la voluntad firme de esos líderes para no decaer en el fragor de las batallas que a veces parecen perdidas.
Los líderes son también asediados por el miedo. Lo importante es que esos líderes se jueguen por completo con las responsabilidades que les asigna la historia, por sus propias cualidades.
Hemos lamentado mucho que, seguramente asediado por el miedo, el líder Obama haya caído en el error de diferir el levantamiento del criminal e inútil bloqueo a Cuba por un año más, como que si se pudiera ignorar la prepotencia, la injusticia, la insensatez de esta medida que fue posible por la torpeza de la mentalidad imperialista que creía llegar a doblegar a un pueblo heroico, revolucionario y firme como el cubano que ya soportó 50 años esta tremenda injusticia y puede seguir manteniendo su soberanía con dignidad por cualquier tiempo más.
Por el miedo a las perversas y similarmente fascistas reacciones de algunos de sus paisanos que hasta ruegan a dios que le caiga un cáncer cerebral; se oponen a sus políticas de seguridad social, y se indignan por los iniciales esbozos de desestimar un poquito la presiones de las transnacionales y los guerreristas, Obama no decide con frontalidad una política apropiada frente a Cuba y difiere sus responsabilidades en este asunto que por varios años en la ONU fue condenado, casi por unanimidad, por el mundo entero.
Los líderes no pueden dejarse atrapar por el miedo, menos llegar al terror: jamás las batallas se pueden ganar si se abandona la entereza y la valentía en un marco de sensatez.
Por eso entusiasma el rescate que hace el Ministro Raúl Vallejo, con el respaldo firme del Presidente, del Gobierno, de la mayoría de los medios de comunicación, de la ciudadanía y, particularmente, del propio magisterio, estudiantes y padres de familia, del secuestro a que sometieron los politiqueros corruptos del MPD al sistema educacional íntegro, incluyendo al universitario.
El miedo a la violencia verbal y física, el miedo al daño que hacían los consuetudinarios paros trimestrales de estos terroristas, condujo a que el MPD se apoderara del control de la educación. En el pasado, salvo honrosas pero escasas autoridades educativas, entre las que me honro en pertenecer, la UNE manejada autoritariamente por el MPD, destruyó la calidad de la educación a la que condujo a la mediocridad.
¿Y cómo es que un secuestro puede durar tanto? Acordémonos de ese austriaco, Josef Fritzl de 73 años, conocido como el 'monstruo de Amstetten' que secuestró y violó a su hija Elisabeth, durante 24 años y tuvo 7 hijos con ella.
¿Cómo se explica eso? Solamente por el miedo de la chica convertido en terror.
Ella logró liberarse cuando concurrieron factores para derrotar el miedo.
Ojalá que Obama supere el miedo y restituya la justicia frente a Cuba: Que siga el ejemplo ecuatoriano, que ha superado el miedo para sacar a la educación del secuestro del ‘monstruo emepedista'.
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La sociedad universal, por la virulencia, agresividad y violencia conque se pretende resolver los inevitables problemas de todo orden, hace que la psicología colectiva pase, en circuito continuo, del permanente susto al temor, luego al miedo, se acentúa en el pánico y termina en el terror, cuando ya los seres humanos colectivamente pierden las facultades de la racionalidad.
A esta crisis emocional colectiva y universal, contribuye mucho el “deporte” que practican los pájaros de mal agüero con sus presagios fatalistas, irradiando el pesimismo, buscadores enfermizos “de la quinta pata del gato”.
De allí la importancia de los liderazgos de personajes iluminados que, dentro de sus propias realidades, pretenden demostrar “que otro mundo es posible”. Y, pese a que los avances puedan ser aparentemente lentos, pensamos que lo más importante radica en la voluntad firme de esos líderes para no decaer en el fragor de las batallas que a veces parecen perdidas.
Los líderes son también asediados por el miedo. Lo importante es que esos líderes se jueguen por completo con las responsabilidades que les asigna la historia, por sus propias cualidades.
Hemos lamentado mucho que, seguramente asediado por el miedo, el líder Obama haya caído en el error de diferir el levantamiento del criminal e inútil bloqueo a Cuba por un año más, como que si se pudiera ignorar la prepotencia, la injusticia, la insensatez de esta medida que fue posible por la torpeza de la mentalidad imperialista que creía llegar a doblegar a un pueblo heroico, revolucionario y firme como el cubano que ya soportó 50 años esta tremenda injusticia y puede seguir manteniendo su soberanía con dignidad por cualquier tiempo más.
Por el miedo a las perversas y similarmente fascistas reacciones de algunos de sus paisanos que hasta ruegan a dios que le caiga un cáncer cerebral; se oponen a sus políticas de seguridad social, y se indignan por los iniciales esbozos de desestimar un poquito la presiones de las transnacionales y los guerreristas, Obama no decide con frontalidad una política apropiada frente a Cuba y difiere sus responsabilidades en este asunto que por varios años en la ONU fue condenado, casi por unanimidad, por el mundo entero.
Los líderes no pueden dejarse atrapar por el miedo, menos llegar al terror: jamás las batallas se pueden ganar si se abandona la entereza y la valentía en un marco de sensatez.
Por eso entusiasma el rescate que hace el Ministro Raúl Vallejo, con el respaldo firme del Presidente, del Gobierno, de la mayoría de los medios de comunicación, de la ciudadanía y, particularmente, del propio magisterio, estudiantes y padres de familia, del secuestro a que sometieron los politiqueros corruptos del MPD al sistema educacional íntegro, incluyendo al universitario.
El miedo a la violencia verbal y física, el miedo al daño que hacían los consuetudinarios paros trimestrales de estos terroristas, condujo a que el MPD se apoderara del control de la educación. En el pasado, salvo honrosas pero escasas autoridades educativas, entre las que me honro en pertenecer, la UNE manejada autoritariamente por el MPD, destruyó la calidad de la educación a la que condujo a la mediocridad.
¿Y cómo es que un secuestro puede durar tanto? Acordémonos de ese austriaco, Josef Fritzl de 73 años, conocido como el 'monstruo de Amstetten' que secuestró y violó a su hija Elisabeth, durante 24 años y tuvo 7 hijos con ella.
¿Cómo se explica eso? Solamente por el miedo de la chica convertido en terror.
Ella logró liberarse cuando concurrieron factores para derrotar el miedo.
Ojalá que Obama supere el miedo y restituya la justicia frente a Cuba: Que siga el ejemplo ecuatoriano, que ha superado el miedo para sacar a la educación del secuestro del ‘monstruo emepedista'.
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viernes, 11 de septiembre de 2009
P R O V O C A D O R E S
QUITO, 11 septiembre 2009.-
Cuando los afiebrados del bando opositor ensayan las más insólitas y nauseabundas armas politiqueras, inclusive el sabotaje económico para destruir a la víctima de sus ataques y si ninguna de esas armas da resultado, les entra la desesperación, se obnubilan, se enloquecen, pierden la racionalidad y se lanzan a la provocación más burda, temeraria, e ilimitada, porque el provocador no se sacia hasta no llegar a gestar un clímax incontrolable, un diluvio, una catástrofe.
Es el típico enfermo desquiciado, sembrador de vientos con el ansia de cosechar tempestades y mientras más violenta la tempestad, más estímulo para el desenfrenado provocador.
Así pasó en Venezuela cuando los aventureros locales, con ayuda de Bush y Aznar, dieron el fracasado golpe militar a Chávez que terminó restituido a la Presidencia, cuando masivamente el pueblo se movilizó en plazas y calles.
Así actuaron en Honduras y crearon una pústula (herida que no cicatriza) con el golpe contra Zelaya, inventando toda clase de mentiras y calumnias.
Cosa parecida sucedió en Bolivia cuando llegaron al borde de una guerra civil, aunque la provocación se frustró cuando la derecha y sus azuzadores internacionales constataron que la correlación de fuerzas era adversa a los violentos Prefectos separatistas involucrados en actos terroristas.
Así pasa en Estados Unidos donde hay fanáticos reaccionarios que ruegan a sus dioses la perversidad de que a Obama le salga un cáncer al cerebro por impulsar las reformas en el tema de salud.
Y, como es obvio, en el Ecuador hay una infame competencia para ver cuál de los enfermos opositores es el que mas insulta, mas arremete con máxima insolencia, la burla cobarde, la insinuación perversa, las calumnias descarnadas y, ante todo ello, los medios de comunicación acogiendo, aupando las provocaciones porque quieren llevar la sangre al río para ver si resulta alguna aventura golpista, abusando de la tolerancia democrática que impera en la Nación.
Basta que algún alienado vitupere al Presidente o alto funcionario, denuncie sin pruebas una presunta corrupción, para que se lo arranchen las pantallas y los micrófonos para hacerlos destilar el veneno y las suspicacias.
Caín habló de un círculo rosa para lesionar al Abogado de la Presidencia y un grupo de temerarios actores vivarachos, que se denominan Vivos, aprovecharon la apertura irresponsable de Teleamazonas para mostrar un sainete de supuestos homosexuales denigrando el honor de todos, incluyendo el de los televidentes, haciéndoles sentir vergüenza ajena.
Cualquier insolente, lesionado en el bolsillo, se siente con el derecho de desbordar el límite del más elemental respeto a la naturaleza humana.
Es la provocación del impotente, del derrotado, del frustrado, del amargado, que no soporta que un conglomerado haya impuesto en las urnas una nueva forma de gobernar.
Se atribuyen el derecho de desconocer la voluntad mayoritaria de un pueblo que de pronto se canse de tanta provocación.
Los terroristas mediáticos, haciendo causa común con los terroristas del paro, el palo y la piedra, no cejarán de provocar la ruptura de la paciencia.
Ese es aquí y en muchas latitudes el rol de los gallinazos provocadores.-
Autorizada su reproducción
Cuando los afiebrados del bando opositor ensayan las más insólitas y nauseabundas armas politiqueras, inclusive el sabotaje económico para destruir a la víctima de sus ataques y si ninguna de esas armas da resultado, les entra la desesperación, se obnubilan, se enloquecen, pierden la racionalidad y se lanzan a la provocación más burda, temeraria, e ilimitada, porque el provocador no se sacia hasta no llegar a gestar un clímax incontrolable, un diluvio, una catástrofe.
Es el típico enfermo desquiciado, sembrador de vientos con el ansia de cosechar tempestades y mientras más violenta la tempestad, más estímulo para el desenfrenado provocador.
Así pasó en Venezuela cuando los aventureros locales, con ayuda de Bush y Aznar, dieron el fracasado golpe militar a Chávez que terminó restituido a la Presidencia, cuando masivamente el pueblo se movilizó en plazas y calles.
Así actuaron en Honduras y crearon una pústula (herida que no cicatriza) con el golpe contra Zelaya, inventando toda clase de mentiras y calumnias.
Cosa parecida sucedió en Bolivia cuando llegaron al borde de una guerra civil, aunque la provocación se frustró cuando la derecha y sus azuzadores internacionales constataron que la correlación de fuerzas era adversa a los violentos Prefectos separatistas involucrados en actos terroristas.
Así pasa en Estados Unidos donde hay fanáticos reaccionarios que ruegan a sus dioses la perversidad de que a Obama le salga un cáncer al cerebro por impulsar las reformas en el tema de salud.
Y, como es obvio, en el Ecuador hay una infame competencia para ver cuál de los enfermos opositores es el que mas insulta, mas arremete con máxima insolencia, la burla cobarde, la insinuación perversa, las calumnias descarnadas y, ante todo ello, los medios de comunicación acogiendo, aupando las provocaciones porque quieren llevar la sangre al río para ver si resulta alguna aventura golpista, abusando de la tolerancia democrática que impera en la Nación.
Basta que algún alienado vitupere al Presidente o alto funcionario, denuncie sin pruebas una presunta corrupción, para que se lo arranchen las pantallas y los micrófonos para hacerlos destilar el veneno y las suspicacias.
Caín habló de un círculo rosa para lesionar al Abogado de la Presidencia y un grupo de temerarios actores vivarachos, que se denominan Vivos, aprovecharon la apertura irresponsable de Teleamazonas para mostrar un sainete de supuestos homosexuales denigrando el honor de todos, incluyendo el de los televidentes, haciéndoles sentir vergüenza ajena.
Cualquier insolente, lesionado en el bolsillo, se siente con el derecho de desbordar el límite del más elemental respeto a la naturaleza humana.
Es la provocación del impotente, del derrotado, del frustrado, del amargado, que no soporta que un conglomerado haya impuesto en las urnas una nueva forma de gobernar.
Se atribuyen el derecho de desconocer la voluntad mayoritaria de un pueblo que de pronto se canse de tanta provocación.
Los terroristas mediáticos, haciendo causa común con los terroristas del paro, el palo y la piedra, no cejarán de provocar la ruptura de la paciencia.
Ese es aquí y en muchas latitudes el rol de los gallinazos provocadores.-
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sábado, 5 de septiembre de 2009
C H Á V E Z
QUITO,5 de septiembre 2009
Los mentalizadores y sus mercenarios ejecutores de la guerra mediática para empezar, tienen una víctima preferida, Hugo Chávez, porque es el más antiguo y consolidado líder en ejercicio del independentismo integracionista del continente,: luego vendrán Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Manuel Zelaya y los que se vayan proclamando revolucionarios, afines a las ideas bolivarianas, martianas, alfaristas, que no fueron socialistas a su tiempo, porque el socialismo no se había conceptualizado y sistematizado, pero eran ideas volcadas a la justicia social, a la equidad, a la dignidad, a la soberanía, a la solidaridad para con los pobres, que son las identidades del socialismo contemporáneo.
Esos payasos ideólogos de la guerra mediática estuvieron hace unas semanas atacando con delirio a Chávez porque, con la verticalidad y transparencia que lo caracteriza, habló de los ”vientos de guerra” denunciando la instalación de 7 bases militares en Colombia, cuyo gobierno ya demostró en Angostura, territorio ecuatoriano, que se atribuía, por sí y ante sí, el derecho a bombardear otros países, violando, irrespetando, todos los convenios internacionales.
A los generales y coroneles de esta sucia guerra los conocemos y los tenemos identificados: Son los pelucones internacionales acongojados, asustados, aterrados, porque no encuentran las armas y los proyectiles que sean eficaces si no para derrotar el proceso revolucionario latinoamericano, que utiliza voto en las urnas y no fusiles, aunque sea para detenerlo y no dan patada con pelota o, delicadamente, pie con bola.
Contra Chávez los pelucones venezolanos, con la ayuda antes de Bush y permanentemente de la CIA, han ensayado todo, hasta el golpe de estado y han fracasado, pues el pueblo de la patria de Bolívar, que es el dueño de su destino, sigue apoyando mayoritariamente a su líder revolucionario.
¿Y quiénes son los soldados, la carne de cañón, los guarichos que salen por encargo de Uribe a vituperar a Hugo Chávez por el delito de dar buen ejemplo a los gobernantes del mundo?: unas decenas de mentecatos, unos centenares de mercenarios acarreadores de unos miles de fanáticos que no son capaces de distinguir a sus propios verdugos.
Pero aún así el fracaso es cierto, como lo reconoce hasta la CNN que fue parte del conjunto de medios que promovieron esta farsa contra Chávez.
Antes, la víctima por 40 años de esa infame guerra mediática, fue el Comandante Fidel Castro, acusado de todo pero nunca derrotado, con más de 100 atentados contra su vida y con una historia que hace mucho rato lo absolvió por el supuesto delito de haber asaltado el Cuartel Moncada, el campanazo que despertó y sigue despertando a los pueblos marginados y humillados del continente, que seguirán encontrando los triíllos y chaquiñanes, los caminos y avenidas, por donde hacer avanzar el indetenible proceso revolucionario.
En Quito la convocatoria de un coronelucho traidor, que disfruta recordando el bombardeo uribista y yanqui en Angostura, pese al apoyo descarado de la televisión y prensa pelucona se llenó de vergüenza, no sólo por la cantidad sino por la calidad de los convocados.
Es triste y nauseabundo ser un apátrida uribista sin vergüenza, pero no se puede llegar a exhibir la miseria humana de sustituir su odio contra Correa para perder la mínima estima nacional, y entregarla al internacionalismo de la indignidad, mientras Chávez sigue campante con el respaldo mayoritario de su insobornable pueblo venezolano.-
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Los mentalizadores y sus mercenarios ejecutores de la guerra mediática para empezar, tienen una víctima preferida, Hugo Chávez, porque es el más antiguo y consolidado líder en ejercicio del independentismo integracionista del continente,: luego vendrán Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Manuel Zelaya y los que se vayan proclamando revolucionarios, afines a las ideas bolivarianas, martianas, alfaristas, que no fueron socialistas a su tiempo, porque el socialismo no se había conceptualizado y sistematizado, pero eran ideas volcadas a la justicia social, a la equidad, a la dignidad, a la soberanía, a la solidaridad para con los pobres, que son las identidades del socialismo contemporáneo.
Esos payasos ideólogos de la guerra mediática estuvieron hace unas semanas atacando con delirio a Chávez porque, con la verticalidad y transparencia que lo caracteriza, habló de los ”vientos de guerra” denunciando la instalación de 7 bases militares en Colombia, cuyo gobierno ya demostró en Angostura, territorio ecuatoriano, que se atribuía, por sí y ante sí, el derecho a bombardear otros países, violando, irrespetando, todos los convenios internacionales.
A los generales y coroneles de esta sucia guerra los conocemos y los tenemos identificados: Son los pelucones internacionales acongojados, asustados, aterrados, porque no encuentran las armas y los proyectiles que sean eficaces si no para derrotar el proceso revolucionario latinoamericano, que utiliza voto en las urnas y no fusiles, aunque sea para detenerlo y no dan patada con pelota o, delicadamente, pie con bola.
Contra Chávez los pelucones venezolanos, con la ayuda antes de Bush y permanentemente de la CIA, han ensayado todo, hasta el golpe de estado y han fracasado, pues el pueblo de la patria de Bolívar, que es el dueño de su destino, sigue apoyando mayoritariamente a su líder revolucionario.
¿Y quiénes son los soldados, la carne de cañón, los guarichos que salen por encargo de Uribe a vituperar a Hugo Chávez por el delito de dar buen ejemplo a los gobernantes del mundo?: unas decenas de mentecatos, unos centenares de mercenarios acarreadores de unos miles de fanáticos que no son capaces de distinguir a sus propios verdugos.
Pero aún así el fracaso es cierto, como lo reconoce hasta la CNN que fue parte del conjunto de medios que promovieron esta farsa contra Chávez.
Antes, la víctima por 40 años de esa infame guerra mediática, fue el Comandante Fidel Castro, acusado de todo pero nunca derrotado, con más de 100 atentados contra su vida y con una historia que hace mucho rato lo absolvió por el supuesto delito de haber asaltado el Cuartel Moncada, el campanazo que despertó y sigue despertando a los pueblos marginados y humillados del continente, que seguirán encontrando los triíllos y chaquiñanes, los caminos y avenidas, por donde hacer avanzar el indetenible proceso revolucionario.
En Quito la convocatoria de un coronelucho traidor, que disfruta recordando el bombardeo uribista y yanqui en Angostura, pese al apoyo descarado de la televisión y prensa pelucona se llenó de vergüenza, no sólo por la cantidad sino por la calidad de los convocados.
Es triste y nauseabundo ser un apátrida uribista sin vergüenza, pero no se puede llegar a exhibir la miseria humana de sustituir su odio contra Correa para perder la mínima estima nacional, y entregarla al internacionalismo de la indignidad, mientras Chávez sigue campante con el respaldo mayoritario de su insobornable pueblo venezolano.-
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