TEXTO LEIDO EN LA RUEDA DE PRENSA QUE EMITÍ DESDE CARONDELET jueves 15 oct.
Ante ustedes, señores periodistas, confieso que ignoro en concreto de qué me acusan para Iniciar una investigación previa que será desbaratada, pues no tengo nada que ocultar.
Estamos frente a la reproducción del primer episodio de la Historia Sagrada cuando CAIN tomó la decisión de destruir a su hermano, pero los siglos no han pasado en vano y en este siglo XXI los fratricidas están condenados al desprecio general.
Y si ese Caín cree que con su venganza, motivada porque le cortamos el abuso para traficar con influencias para enriquecerse violando la ética y la ley, y puede arrasar la honra de muchos, conmigo se equivoca
Cumplí con mi deber cuando, en calidad de Secretario de Transferencia y gestor de luchas contra la corrupción al interior del régimen, demandé públicamente la terminación unilateral y anticipada de los contratos ilegales conseguidos con el uso de testaferros por medio de tráfico de favores de quien abusaba de su relación familiar.
¿Por qué durante los 2 años precedentes nunca dijo nada acerca de los supuestos corruptos y sólo habla desde que le cortan la fuente de enriquecimiento ilícito?
La confesión de parte, que me releva de la obligación de presentar pruebas, demuestra que este calumniador actúa enloquecido por el odio y la venganza, cuando el 29 de septiembre le reconoce al Fiscal Alvear que soy yo quien tomó la iniciativa de demandar la terminación unilateral y anticipada de todos sus contratos.
Su estrategia de manchar honras ajenas para que la ciudadanía piense que lo que él hace es común y tolerable, lo lleva a mentir y decir que “ha estado trabajando conmigo en una supuesta investigación en el CRM, cuando, al contrario, según los directivos de esa entidad, lo que pretendió fue manipular para que el contrato de Carrizal-Chone se lo entregaran a una de sus empresas, –CONSURCA-.
Él confeso, en todos los medios de comunicación, que era el dueño de las empresas que contrataban ilegalmente con el estado ufanándose de haber acumulado una fortuna en el último tiempo.
Confesó que había comprado empresas en el paraíso fiscal de Panamá para utilizarlas como “cortinas” para ocultar sus contratos ilícitos.
Como consta en documentos de la Superintendencia de Compañías, sin escrúpulo ni respeto a su familia, a varios de ellos, los vinculó a algunas de sus empresas como mecanismo de autodefensa.
Se ufanaba en las oficinas publicas de que era el hermano mayor, el “big brother”, reclamando que el triunfo a la presidencia se lo debían a su trabajo, a su dinero, y que tenía derecho a resarcirse a base de contratos.
Argumenta que no ha firmado nada, que su nombre no aparece en ningún lado y pretende desconocer la ley que prohíbe contratar a los parientes cercanos a las altas autoridades.
¿Si no es el dueño de esas empresas, por qué protesta por la decisión presidencial, que yo apoyé, de que se terminen los contratos anticipada y unilateralmente y ejerce venganza contra mí?
Su venganza convertida en odio es por haber perdido el becerro de oro, y lo lleva a la insolencia e irrespeto a la autoridad y al orden constituido, hasta convertirse en portavoz de los que están perdiendo sus privilegios.
Desalienta tener que vernos obligados a hablar de la inconducta de una persona que, con el nivel de vínculo familiar que tiene con el compañero Presidente Rafael Correa, pero el propio mandatario nos ha dado a los ecuatorianos el ejemplo de no perdonar la mediocridad, la desvergüenza, la corrupción.
El único patrimonio que poseo es el honor, la dignidad, la autoridad moral, valores que no vamos a permitir sean pisoteados por un ser enloquecido por su ansia de enriquecimiento ilícito.
Y por no permitir que se pisotee mi honor, anuncio que voy a ejercer mi derecho a la defensa y al debido proceso y, por tanto, voy a utilizar todas las armas que me conceden la Constitución y las Leyes para demandar la sanción penal al calumniador, al difamador.
Alfredo Vera
Autorizada su reproducción
sábado, 17 de octubre de 2009
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