domingo, 30 de marzo de 2008

ANTICORRUPCION

Alfredo Vera.- Quito, 30 de Marzo, 2008. En forma responsable asumí, con plena conciencia por el desafío que implica, la oportunidad que me brindó el Presidente Rafael Corea, al designarme Secretario Nacional Anticorrupción, comprometido a enfrentarla a cualquier costo.

Toca trabajar con una colectividad que tiene claras percepciones, porque así lo ha sentido en carne propia; así se lo han repetido hasta convencernos, de que nuestro país es uno de los más corruptos del orbe y que esto no tiene remedio; que es una necedad, imposible de superar, el querer salir del hueco en que estamos hundidos.

Esta es una verdad a medias, porque muchos, muchísimos ciudadanos no sólo que tienen honestidad individual, que practican valores de ética y moral y son ejemplo al interior de sus familias, pero cuando se insertan en la sociedad, muy a su pesar, tienen que convertirse en cómplices, encubridores y finalmente en autores de actos de corrupción, cuando no queda otro remedio que pagar por un servicio que debería ser gratuito: Esto en el nivel más bajo de la escala económica, que repudia y abomina lo que sucede, que son la mayoría y afectados de frustración.

En cambio, los que trafican dando y recibiendo coimas, sobornos y chantajes, enriqueciéndose ilícitamente, viven felices por esta realidad y poco les preocupa los discursos y la retórica sobre la anticorrupción, convencidos como están de que su poder es inexpugnable y que finalmente seguirá triunfando la impunidad.

En esta dualidad, entre la desesperanza de la mayoría y la gula de los minoritarios beneficiarios de la corrupción, se ubica el desafío.

Porque hay un liderazgo firme, que goza de respaldo ciudadano mayoritario, si es que los responsables de impedir la corrupción nos agrupamos y entregamos confianza a la ciudadanía que quiere vivir en una sociedad sin impunidad, podemos enfrentar el desafío, que no es dable hacerlo individual sino colectivamente.

Colectivizar la lucha contra la corrupción es nuestra propia responsabilidad, junto a un equipo colaborador y un creciente voluntariado ciudadano. Pretendemos que ese conglomerado pase del nivel de veedor al de actor: hay que ver pero también actuar, porque mucha gente, como se atribuye al Apóstol Tomás dirá: “ver para creer”.

Si el pescado empieza a podrirse por la cabeza, por lógica y sentido común, es de esperar que el buen ejemplo de honestidad, transparencia y firmeza para luchar, surta el efecto anhelado de contagio hacia la base social.

Sabemos que es una tarea harto difícil y que los escollos a superar no son cualquier cosa, más cuando hay algunos sectores prejuiciados, de esos que están en contra de los que están en contra, muchos incrustados en los medios de comunicación: si se toman el trabajo de conocer lo que algunos medios dicen respecto a mi reacción frente a la agresión con la que me recibió Jorge Ortiz en una entrevista de televisión, podrán constatar cómo se tergiversa, cómo se miente, cómo se desinforma, por el hecho de no haberle permitido, como no se lo permitiré a nadie, que me ofenda y me quiera sentar en un banquillo de acusado.

Mis antecedentes dan para suponer, como en efecto ya empezó a aparecer, la controversia entre aquellos que miran con afecto esta designación y los que la repudian, cada grupo con sus juicios de valor.

Se que estar en una función pública es como subir a un ring. Pero la experiencia me tiene curado de espanto.-

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viernes, 7 de marzo de 2008

¿Y LOS DERECHOS HUMANOS?

Alfredo Vera.- Quito, 6 de marzo, 2008.- En el baño de sangre que Uribe dispuso ocurra en suelo ecuatoriano, sus tropas masacraron y asesinaron a una veintena de seres humanos que dormían, la mayoría en paños menores, y dejaron abandonadas a 3 mujeres que pudieron haber muerto de no mediar la llegada de las patrullas ecuatorianas, que se movilizaron por disposición del Presidente Correa, mientras hacía una cadena nacional de prensa, cuando recibió la llamada mentirosa de Uribe

Todos los convenios universales que pretenden disponer normas de conducta ética y humanitaria durante una guerra, proclaman como delito de lesa humanidad que los contendientes rematen a un enemigo herido o lo abandonen para que muera desangrado.

Los Convenios de Ginebra (que datan desde el Siglo XIX, fueron ratificados en 1949 por 194 Estados y gozan de aceptación universal.

Uno de los Convenios fue suscrito para Aliviar la Suerte que Corren los Heridos: Aprobado el 12 de agosto de 1949 por la Conferencia Diplomática para Elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las víctimas de la guerra, que entra en vigor el 21 de octubre de 1950. En lo principal dice: “Los miembros de las fuerzas armadas y las demás personas… que estén heridos o enfermos, habrán de ser respetados y protegidos en todas las circunstancias. Serán tratados y asistidos con humanidad por la Parte en conflicto que los tenga en su poder, sin distinción alguna de índole desfavorable basada en el sexo, la raza, la nacionalidad, la religión, las opiniones políticas o en cualquier otro criterio análogo, incluyendo los pertenecientes a movimientos de resistencia organizados”.

Los Convenios de Ginebra hacen una clara diferenciación entre el derecho “internacional humanitario” y el derecho de los “derechos humanos” que son dos ordenamientos jurídicos diferentes, pero complementarios.

Y hacen señalamiento como violación a esos derechos, el terrorismo de estado y el terrorismo insurgente y, como parte de ellos, los apresados sin fórmula de juicio, los torturados, los desaparecidos y los ejecutados o asesinados.

Sin embargo, con toda la amplitud y detalle que estos instrumentos analizan los crímenes de guerra, no llegan a concebir el asesinato a personas que están durmiendo y, peor aún, que estén en medio de la selva, en paños menores y sin zapatos, imposibilitados de ejercer el derecho a huir, sin que los asesinen por la espalda.

Desde el asesinato terrorista de la oligarquía en Colombia del lider Jorge Eliécer Gaitán con su derivación del “bogotazo”; las masacres de amplios sectores campesinos; los asesinatos masivos ejecutados por los paramilitares; y, todo lo acontecido en 50 años de guerra interna, enredados en el narcotráfico y blanqueo de dinero sucio, hace que en ese país, pocas gentes puedan hablar con autoridad moral, y el que menos puede hacerlo es Alvaro Uribe, vinculado por altos grados de consanguinidad y afinidad con el paramilitarismo.

No sorprende, entonces, que sus sicarios hayan asesinado 25 personas dormidas y hayan dejado botadas, desangrándose, a tres mujeres heridas, que ya habrían muerto si tropas del ejército ecuatoriano no las hubiesen encontrado, aunque los agresores si tuvieron acuciosidad y tiempo para dizque llevarse 3 computadoras blindadas. ¿Y los derechos humanos de esas 3 mujeres?.-

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lunes, 3 de marzo de 2008

EL ANGEL EXTERMNADOR

Alfredo Vera* Quito,3 de marzo, 2008.- Uribe es el personaje del mexicano Luis Buñuel, con una máscara de ángel cuando en realidad es el exterminador de una esperanza de paz negociada políticamente y no a sangre y fuego, genocidio y bestialidad al estilo Bush en Irak.

Puntualicemos:

· Estados Unidos proclama descaradamente su apoyo a Colombia con el argumento de que es en “legítima defensa” ¿invadiendo al Ecuador?. Señores gringos ¿y el derecho a la defensa de Ecuador?
· Mientras EE.UU. apoya todo lo actuado por Colombia, los gringos mantienen una Base Militar en Manta. ¿Ayudaron a la operación de bombardeo al Ecuador?
· Si así se descubriese no cabría mantener la licencia para que los invasores tengan una base militar en el territorio invadido.
· Bush y Uribe, con su Plan Colombia, han venido presionando para conseguir internacionalizar el conflicto interno de ese país. ¿La violación a la soberanía ecuatoriana es una forma de lograrlo o les salió el tiro por la culata?.
· Uribe llama a Correa para informarle que ha habido un incidente en la frontera; Uribe admite que ha violado la soberanía ecuatoriana; Uribe apela al derecho de legítima defensa: es el manejo de un descarado mentiroso que se burla del Ecuador.
· Uribe se comprometió a informar de la presencia de guerrilleros en territorio ecuatoriano: Avisó que allí estaban unos 20 asesinados, masacrados.
· Reyes y sus acompañantes no estaban combatiendo, estaban durmiendo, en paños menores y fueron asesinados como acostumbran hacer los israelitas a los palestinos.
· Las tropas de Uribe dejaron 3 mujeres heridas: machistas, así entienden los derechos humanos. Les perdonaron la vida y no las remataron como a los demás.
· Uribe y sus secuaces consideran que por tratarse de una violación sólo de 2 kilómetros no tiene mucha importancia. Como aquellos que dicen que la niña estaba “un poquito embarazada”.
· Ya salieron esas miserias apátridas incrustadas en algunos medios de comunicación o parte de los pelucones mentales, como Blasco Peñaherrera o Edgar Terán a decir que “Ecuador también tiene culpa por no tener activados los radares y permitir que los guerrilleros duerman en territorio ecuatoriano. Varios cientos de miles de colombianos duermen en territorio ecuatoriano como refugiados.
· Para esta gente es lo mismo dormir que bombardear.
· Bush y Uribe, como Fujimori y Pinchet, son de los que creen que al terrorismo hay que combatirlo con más terrorismo.
· Para “bajar las tensiones” de la invasión y bajar el nivel de confrontación, Uribe saca al policía Oscar Naranjo a “denunciar” las “pruebas” del vínculo de Correa con las FARC: un payaso alevoso que ofende al sentido común, porque ¿quién va a creerle? y sus ofensas no pueden ocultar la gravedad de lo hecho por el eje Bush-Uribe-Naranjo.
· Ahora resulta que Correa y Larrea tienen vínculos antiguos con las FARC, según lo descubrió Naranjo en unas computadoras tan blindadas que fueron las únicas que se salvaron y no están heridas.
· ¿Y qué hacen los angelitos de la CIA en todo esto?, ¿asesoran al agencioso Naranjo?
· A Reyes lo asesinaron por negociar el acuerdo humanitario y haber ayudado a la liberación de 6 secuestrados.
· Asesinaron a Reyes y paralelamente cerraron la puerta para la liberación de Ingrid Betancourt y propiciar su muerte.
· Colombia hace méritos para que se la identifique como la “Israel Andina”.

A Uribe la queda al dedo el nombre de El Ángel Exterminador.-

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sábado, 1 de marzo de 2008

URIBE: escuche

Alfredo Vera.- Quito, 29 de Febrero 2008.- La violencia, como se constata hoy en Colombia, en Palestina, en Irak y en varias regiones de África, es una manifestación irracional de la estupidez animal humana.

Existen explicaciones, justificativos, antecedentes, partidarios, adversarios y todo lo que se quiera: Pero la violencia no tiene atenuantes que impidan llamarla por lo que representa: estupidez humana.

Cuando un padre flagela a su tierno hijo o un marido golpea a su débil cónyuge la indignación irrumpe en el alma de los seres normarles, aunque se trate de hechos violentos puntuales, personales, desconocidos y aislados.

Pero cuando se bombardea zonas residenciales civiles en las áreas en conflicto, la indignación es universal.

Los causantes de esa violencia, de lado y lado, insensibles y sordos ignoran el clamor humano y se aferran a sus posiciones con terquedad inaudita y, claro, su defensa resulta pueril: “la culpa es del otro”.

Y mientras el uno y el otro compiten para ver cuál de ellos es el mayor culpable, las víctimas inocentes padecen la crueldad, la tortura física y sicológica hasta límites insoportables.

En Colombia parece que ha llegado al fin la hora de sacarse las máscaras y asumir la responsabilidad de saber quiénes perseveran en la loca idea de llegar a solucionar el conflicto por medio de las armas y quiénes quieren alcanzar la paz por una negociación política, que comience por un acuerdo humanitario.

Los recién liberados del secuestro: Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Géchem han hablado claro al demandar al Presidente Uribe que asuma un gesto humanitario urgente.

Y han hablado otros actores haciendo múltiples propuestas para empezar a encontrar el camino de la paz toda vez que los guerrilleros ya dieron una muestra de apertura al liberar 6 cautivos en dos tandas.

Señor Uribe: no le escuche a Hugo Chávez a quien usted considera su enemigo. No le escuche al frívolo mandatario francés. Tampoco escuche lo que puedan decir otros presidentes americanos y las cosas que hablan los medios de comunicación: ni siquiera debe escuchar voces como la nuestra que hemos hablado varias veces del conflicto.

Únicamente le recomendamos escuchar a Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Géchem: ellos son los protagonistas más calificados este momento, después de haber padecido todo lo que narran, avatares propios de la insensata guerra, pues ellos son los que tienen mayor autoridad moral para señalar el camino.

Señor Uribe escuche, escuche a los 4 liberados: no permita que la soberbia lo conduzca al límite de la estupidez humana, mientras la señora Ingrid Betancourt agoniza.-

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