domingo, 30 de agosto de 2009

SECUESTRO

QUITO, 30 agosto 2009

Los pensadores y analistas sostienen que no puede haber revolución verdadera si no hay a lo interno una revolución educativa.

Desde la Sierra Maestra los barbudos cubanos gestaron su apego a la educación y nunca dejaron de consagrar su mayor esfuerzo a insertar la ciencia y la tecnología en los procesos formativos: Desde hace muchísimo tiempo la calidad de la educación es uno de los mayores méritos en los 50 años de ese proceso.

El famoso éxito económico de los tigres asiáticos se atribuye a la gestación de un proceso educativo en el que priorizaron la calidad.

La educación ecuatoriana demandó desde hace más de 30 años un cambio profundo y dinámico en la educación pero no ha sido posible por el secuestro a que la tienen sometida los fanáticos mediocres que se apoderaron del gremio (UNE), que es una de las pantallas, la mas importante por el numero, que mantiene el dogmático Movimiento Popular Democrático (MPD) que se opone a todo y que encontró un lucrativo modus vivendi, sin ninguna responsabilidad ande la comunidad ciudadana.

Ellos encontraron los mecanismos corruptos para manipular los procesos electorales, aplicando el fraude y el garrote y sacándoles a los más de 100 mil maestros una cuota mensual, descontada por el Ministerio de Educación, convertido por chantaje en recaudador de una fortuna que manejaron los dirigentes sin rendir cuentas a nadie.

Los del MPD se opusieron y sabotearon a la Campaña de Alfabetización “Mons. Leonidas Proaño” y a la Educación Intercultural Bilingüe y se opusieron siempre a toda reforma educativa que les significara un poco más de responsabilidad y perdida del control secuestrador.

Tienen una voracidad insaciable y como siempre han usado el chantaje a los ministros débiles, así montaron un supuesto programa de alfabetización que era un burdo plagio al cubano “Yo Sí Puedo”, le sacaron al Estado 1 millón de dólares y fracasaron rotundamente; y, para tratar de justificar su incompetencia, se dedicaron a desacreditar el sistema cubano que tanto éxito ha tenido en el mundo entero.
Y si manejaron esa enorme suma de dinero con la ética del dirigente Gustavo Terán, que durante 10 años cobró doble sueldo (en Cuenca y en Tulcán) sin trabajar en ninguna de las dos ciudades, ya se puede imaginar cómo se engulleron esa fortuna.

Esa simpatiquísima, educada y dulce dirigente de la UNE (Mery Zamora) en estos días ha recordado con amables insultos que hace 20 años, cuando ejercí el Ministerio de Educación, tomé la decisión de prohibir los descuentos y que los maestros que desearan les dieran voluntariamente sus cuotas y el MPD vio la ruina encima porque nadie les va a regalar ni un centavo para que los conviertan en piedras y garrotes, de lo que les sobra del “buen vivir”.

Los tránsfugas del MPD fueron a buscar a Nebot y a toda la porcina derecha y me siguieron el famoso y sucio juicio político para conseguir mi censura: la correlación de fuerzas era tan deteriorada para ese régimen que los del MPD lograron que mi sucesor tuviera que eliminar la decisión y ellos siguieron recibiendo una fortuna financiera para mantener el secuestro de la educación por otros 20 años más.

Hoy que vivimos una etapa diferente, revolucionaria, con una correlación de fuerzas que permite rescatar a la secuestrada educación y que la derecha recalcitrante ya no puede tirarles una boya; y no cuentan con la ayuda de nadie porque se han desenmascarado con sus negativas a todo cambio, como el de evaluarse, ese mismo sucesor, Raúl Vallejo, con firmeza, madurez y gran temperamento ha tomado las medidas necesarias para no admitir ningún chantaje.

No se evaluaron porque no les dio la regalada gana y como todo secuestrador presentan guerra, con todas sus armas, para impedir que la ley, la razón pedagógica y la justicia se impongan.

Pero esta liberación del secuestro es “ahora o nunca”: Felizmente el ministro Vallejo y el presidente Correa irradian y tienen esa convicción.-

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S O M B R A S

QUITO, agosto 23 2009

Casi todos los medios de prensa porcina, con entusiasmo enfermizo, han abierto la semana anterior sus páginas y micrófonos al dictócrata Lucio para que invada, con su audacia, el panorama politiquero, con una adefesiosa estrategia de oponerse a la Revolución Ciudadana a través de un “gabinete a la sombra”.

El pobre no pudo nunca mostrar un gabinete capaz, a la luz del día, de modo que si lo hace ahora en las tinieblas, en la penumbra de la incompetencia, su ridiculez no trascenderá y se disolverá como otras pompas de jabón de las que vienen ensayando los grupúsculos de la oposición que, como dije en el articulo anterior, siguen con lealtad indetenible su adhesión al bolero que canta Julio Jaramillo “de fracaso en fracaso”.

Sombrío gabinete acorde a un sombrío remedo de Presidente, mentiroso, que no tuvo la hombría de intentar nada que no sea enriquecerse, pues ni siquiera llegó al esfuerzo de arriesgar algo de su lóbrega vida como para que lo acerque a la muerte.

Salió despavorido por los techos de Carondelet a treparse en el helicóptero pues jamás cumpliría su falaz arenga de que moriría en el intento: ¿En el intento de qué? ¿De traicionar a quienes creyeron en su oscuro discurso?

Temblando de miedo ante la ira popular viajó en ese helicóptero hasta el aeropuerto Mariscal Sucre para buscar un avion y, otra vez, vuelve a fallar en el intento no de morir sino de huir, al ponerse al borde de que lo atrapen los quiteños en la pista aérea, gateando entre las agarraderas del mismo helicóptero, rogando a la virgencita linda porque no vaya a fallar la nave salvadora que otra vez, la segunda, lo rescataría de los forajidos que no solo querían escupirlo, latiguearlo, hortigarlo, sino a lo mejor hasta darle la oportunidad de que juegue al heroísmo a la sombra de la ira popular.
¿Sí lo recuerdan?

Mediocre remedo de líder que no supo ni pudo aprenderse el libreto y terminó haciendo el ridículo para reaparecer en la escena, ahora derrotado en las urnas, sin la más minima opción, puesto que el pueblo adversario, en hecho inédito en la historia nacional, lo aplastaba en una sola vuelta, aunque recibiera el voto pelucón que lo apoyó aunque lo despreciaran.

Y, en lugar de asimilar el castigo con una pizca de dignidad, aparece entre las sombras, acompañado de otros sombríos personajes, a jugar al opositor, al crítico, al fiscalizador.

No hizo el intento de gobernar, tampoco tuvo agallas para resistir y ahora no tiene vergüenza de emerger como líder de los pelucones, a poner su audacia como protector de los que están perdiendo sus privilegios, la oportunidad de seguir en el enriquecimiento ilícito, en la manipulación de la justicia, en el pisoteo de la soberanía, defendiendo la guerra preventiva de Uribe, como si esta no fuera su patria, listo a dar su linda cara para defender a los que tanto lo despreciaron.

Sombrío gabinete en la sombra, reunión de depredadores del medio ambiente, que sólo cosecharon indiferencia de una población dispuesta a no dejarse arrebatar lo único que no pudieron robarle: la esperanza.

Gutiérrez, vocero de la sombra, tiene atrás, en la obscuridad completa hacia el público, la poderosa y sombría fuerza de la ultra derecha financiera, que ordena: denle pantalla, micrófono y papel impreso, a ver si esta tontería cuaja.

Los periodiqueros, “de casualidad”, coinciden y lo aupan en gajo para ver si de verdad despliega alguna capacidad de conducción y a diario lo llevan a comparecer en los medios como que estuvieran esperando un milagro: el de la resurrección.

Pero este ni de milagro resucita: porque todo lo que tiene en la memoria es negativo; porque desde que triunfó con la izquierda para irse de farra con la derecha, perdió autoridad, de la moral y de la otra; porque va en contra de la corriente haciendo sentir vergüenza ajena a los propios entrevistadores, sobre todo cuando saca a flote su servilismo frente a las consignas usa-colombianas a favor de la “guerra preventiva”, hablando absurdos sobre un supuesto “terrorismo” que dizque existe en el Ecuador, cosa que no se la cree ni ese frasquito lleno de concentrado de veneno, que se llama Jorge Ortiz.-

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domingo, 16 de agosto de 2009

M I E D O

Alfredo Vera, Quito, agosto 16 2009

Es evidente la reacción de la oposición, oscilante entre el miedo y el pánico, en cuanto el Presidente Correa convocó al movimiento País a organizar a sus bases y a la ciudadanía simpatizante con la Revolución Ciudadana, con una estructura que se focalice en cada domicilio, en cada cuadra, en cada manzana, en cada barrio, en cada distrito, en cada ciudad o poblado, que es como aspira a que se organicen, si es que pueden y tienen quiénes respalden una acción de esta naturaleza, las fuerzas políticas en todas partes del mundo.

Así pretendieron hacerlo en la historia del Ecuador los conservadores, liberales, socialistas, comunistas, urjistas, velasquistas, cefepistas, emepedistas, demócratas cristianos, izquierda democráticos, roldosistas y cuanto grupo o grupúsculo político, emergió con el ánimo de alcanzar una cuota de poder.

Esta quimera o utopía nunca nadie lo logró: apenas en el sector suburbano de Guayaquil las huestes cefepistas, comandadas por Carlos Guevara Moreno, en la década de los 50 del siglo pasado, llegó a tener una organización estructurada como “comandos” pero que se extinguió muy rápidamente en la lucha intestina con Asaad Bucarám que lo acusó de “pacharaco ocioso” pues vivía en la opulencia a base del “sucre cefepista”, frustrando, como tantas otras veces, la esperanza popular.

Entre otros, sin ningún análisis serio, el Coronel Luis Hernández sostenía en Radio Democracia que la propuesta de Correa para que el movimiento País organice a la ciudadanía en comités para defender la Revolución, era producto del “miedo” y sostuve que el único miedo que puede sentir un revolucionario es a no cumplir con su compromiso de lucha por el cambio y que, al contrario, son las oligarquías peluconas y sus voceros los que tienen miedo, casi pánico, al preveer cuál será la capacidad de lucha que adquirirá la ciudadanía el día que se organice bien, que tome conciencia de que ella, la ciudadanía organizada, es la verdadera dueña del poder.

¿Por qué tanto miedo ahora, si Correa desde su primera campaña convocó a una Revolución Ciudadana, a la democracia participativa, a la instauración de cambios que conduzcan a la justicia social?

¿Será que necesitaron ver en el escenario, juntos de pie, a Correa con los Presidentes Castro, Chávez y Zelaya, para entender a cabalidad que el Ecuador está viviendo un proceso de cambio en el que, entre otros aspecto políticos imprescindibles, está el de canalizar el caudal ciudadano de País a una organización ciudadana verdaderamente participativa?

Si antes, por miopes y prepotentes, los enemigos del proceso no lo vieron y creyeron que eso de la “Revolución Ciudadana” era nada más que un membrete, cayeron es su propia realidad desesperada, puesto que no encuentran palo en qué ahorcare y todos sus intentos de organizarse, de fabricar un líder y un camino de lucha va “de fracaso en fracaso”, como dice el bolero de Julio Jaramillo, y ya fue demasiado tarde para revertir lo del cuento aquel de que “ya viene el lobo”, “ya viene el lobo”, “ya viene el lobo”…. ¡hasta que “vinió”¡

No se quieren dar cuenta de que si la ciudadanía mayoritariamente apoya el proceso y así lo decide, se organizará en Comités que defenderán su revolución, ratificando que la unidad hace la fuerza y hacer cierta la estrofa de la canción; “el pueblo unido, jamás será vencido”.

Mientras mayor sea el miedo, alimentado por el odio irracional de una oposición aterrada, más tonterías e incoherencias cometerán.

Los derechos a la libre asociación y a la participación democrática en los problemas socio culturales, económicos, de soberanía y autodeterminación, no pueden ser obstruidos ni limitados y menos impedidos por un fundamentalismo como el “miedo a lo que va a suceder”.

La ciudadanía tiene que organizarse para convertirse en el instrumento que promueva valores como la disciplina, la solidaridad, la dignidad, la productividad, el buen vivir.

Como el miedo es libre y con exageración puede llegar a la paranoia, tengan cuidado los propaladores de la tembladera no sea que se convierta en una pandemia pelucona.-

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domingo, 2 de agosto de 2009

A N G O S T U R A

Alfredo Vera* Quito, 2 de agosto, 2009.-

En la fecha que escribo, se cumplen 199 años del epilogo criminal, perverso, miserable, del asesinato de los Próceres que habían proclamado la independencia, el 10 de Agosto de hace 200 años.

Cuando las barriadas quiteñas cercaron las cárceles para liberar a los Patriotas independentistas, los mandos realistas españoles (pelucones de entonces), genocidas e incondicionales al poder colonial, dispusieron el asesinato de los quiteños que habían sido encarcelados como represalia a ese primer grito de independencia.

Los ecuatorianos actuales deberían estudiar la historia del 10 de Agosto de 1809 y del 2 de agosto de 1810 (un año entero de luchas) para que puedan comparar y comprender lo que está pasando ahora al bicentenario de distancia.

Así como hoy los pelucones neoliberales, con torpeza y todo, están a favor de Uribe, justifican y ocultan la gravedad del bombardeo de Angostura, y les fastidia y repugna la defensa de la soberanía que ha venido haciendo el gobierno: Entonces los esbirros de los colonizadores, apoyaron y justificaron el asesinato de los patriotas encarcelados por el delito de haber lanzado el Primer Grito de Independencia de America.

Derrotada la partidocracia, los periodistas y comentaristas de la derecha pasaron a convertirse en actores políticos, descaradamente parcializados, y han dado un paso más adelante al fungir de pesquisas burdos, elucubrando sobre que se debe dar por descontado que el culpable del bombardeo de Angostura es Correa y sus colaboradores, satanizados por la supuesta simpatía o vinculación con directivos de la FARC.

Son tan perversos y antipatriotas estos payasos, disfrazados de Sherlock Holmes, que quieren inducir a la colectividad sosteniendo que delito más grave es tener algún lejano vinculo con algún FARC, que el bombardeo de Angostura, sin importarles que es su suelo patrio el que ha sido hollado.

Se ponen al lado del dueto carnicero Uribe-Santos, que proclama la tesis buchista de la “guerra preventiva” y, para ocultar su artera y solapada traición, de justificar el bombardeo al suelo natal, pesquisan argumentos para darles la razón.

A ellos les importa un bledo que el sonso de Gutiérrez se haya reunido con el Canciller de las FARC; tampoco les interesa destacar que los periodistas Carlos Vera y Andrés Carrión, entre otros, hayan hecho entrevistas a Raúl Reyes y otros dirigentes de las FARC y de las Autodefensas paramilitares colombianas.

Tampoco les interesa averiguar cómo fue posible que el Presidente Pastrana, junto a Marulanda (Tirofijo), y con la venia de Jimmy Carter, hayan invitado a connotados dirigentes políticos, intelectuales y sociales a reunirse en El Caguán para propiciar la paz en el país hermano, antes de que Uribe, asesorado por Bush lance el guerrerista y genocida Plan Colombia, en el que asignaban al Ecuador el rol de “yunque” para soportar el rol colombiano de “martillo” sustituido por el cobarde uso del glifosato, que tanto daño haya infringido a los campesinos ecuatorianos.

Destaco con admiración el pronunciamiento sobre este tema del General Paco Moncayo que repudió públicamente a quienes se prestan a secundar la agresión mediática de Uribe contra el gobierno ecuatoriano, funesto corolario del agresivo bombardeo en Angostura.

Contraste con el triste papel de un General, ex Ministro de Defensa, que justifica el bombardeo de Angostura como castigo que debemos recibir, por la presencia de Reyes en suelo ecuatoriano, demostrando que el patriotismo sí tiene ideología.

No extraña que tanto vociferen los perrunos pesquisas disfrazados de periodistas, agentes mercenarios mentales, al servicio de la causa extranjera, o apátridas voluntariosos que resultan uribistas, por odio clasista al representante de una acción ciudadana identificada con la cholocracia, sector humano despreciada por la racista aristocracia socialcristiana, amamantada por la partidocracia y mentalizada por los ideólogos fascistas, para quienes Angostura, el bombardeo, el asesinato de 25 “terroristas, narcotraficantes”, es un episodio intrascendente.

Uribe y Santos (Batman & Robin) son los vengadores de los ratones petroleros, de los vampiros banqueros, de las pulgas usureras, que de pronto perdieron el control de los negocios del estado y al ir las cosas por el camino correcto van a ir perdiendo sus privilegios.

Estos patronos insaciables, enfermos de odio, han perdido los controles, toda prudencia, todo respeto a la dignidad humana, y son capaces de desatar los peores disparates.

Como eso de pretender ignorar y revertir lo sucedido en Angostura, para convertir en victimas a los victimarios, con el argumento fascista de que el fin justifica los medios, que se sacaron la lotería y pueden lanzar lodo con ventilador, porque en la guerra implacable inspirada en el odio toda arma, por perversa que resulte, es valida.-

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