domingo, 20 de abril de 2008

CAMBIO GRINGO

Alfredo Vera.- Quito 20 de abril, 2008.- Elementales nociones de la dialéctica nos permiten entender, por el sólo hecho de que el candidato demócrata a las próximas elecciones norteamericanas sea un descendiente negro o una mujer, va a provocar, inequívoca e indudablemente, un socollón, un estremecimiento, un aquelarre, un pánico colectivo, en los sectores de la derecha ultra reaccionaria que se nutre de las aberraciones fanáticas del ku-kux-klan, del guerrerismo genocida, de la prepotencia unipolar, del más poderoso país de la tierra.

No hay que ser pitoniso para suponer que los cambios que se producen en “el vientre del monstruo” (Martí), están ligados a aquellos que ya están presentes en el “patio trasero” con los incontenibles vientos que, siguiendo el “mal ejemplo de 50 años de Cuba”, vienen endureciendo su soplo desde el Brasil de Lula, la Argentina de los Kischner, el Chile de Bachelet, la Venezuela de Chávez, el Ecuador de Correa, la Nicaragua de Ortega, el Uruguay de Vásquez, el Paraguay de Lugo, todos los que, cada vez con más fuerza, dicen “basta” y están “echando a andar” con la reafirmación de su soberanía.

Y es fácil concebir que, en cuanto concierne al patio trasero de los gringos, con la presencia de un demócrata en la Casa Blanca (negro o mujer) mucho ha de cambiar, aunque no olvidemos que en los regímenes de Kennedy, Carter o Clinton hubo muchos y muy condenables desaciertos contra la soberanía, los derechos humanos y el estrangulamiento económico neoliberal, entre muchos otros ejemplos.

Quizás comience con una pequeña hendija por donde se filtre la luz y se termine con el criminal y genocida bloqueo económico y político contra Cuba; se ponga coto al paraíso para terroristas, criminales y desfalcadores en que se ha convertido a Miami; cese la intervención en la justicia que mantiene presos, como símbolo de la protección al terrorismo, a los 5 patriotas cubanos; modifique la política guerrerista e intervencionista del “Plan Colombia” inventado por Bush con la complicidad del protector de los paramilitares, Uribe, y ponga la lápida definitiva a los TLC, como símbolo depredador de la producción local en beneficio de las transnacionales.

Quizás el gobierno demócrata también ahuyente el fantasma de la brutal crisis financiera, que ya golpea al patio trasero, con la misma fuerza que golpean a la humanidad entera, con dramas concretos de desolación, muerte, hambre, por los cambios climáticos que produce el envenenamiento de la atmósfera que quiso frenar el acuerdo de Kyoto que se han negado a firmar Bush y sus insaciables muchachos europeos y asiáticos de mentalidad imperial, los pelucones del mundo.

La dirimencia inicial de si el negrito Obama, que por nombre y por piel se identifica más con nuestra esencia latinoamericana, o la femenina Hillary, representan al Partido Demócrata es la primera incertidumbre que nos apasiona.

La definitiva se librará contra el fascismo heredero del propiciador de la guerra, en cuya conciencia, si la tiene, pesa el genocidio de Irak, del medio oriente donde chorrea sangre palestina e israelí y del resto del mundo aterrorizado por la incertidumbre de si se produce o no un cambio gringo, si es verdad que la dialéctica que nos llega desde Aristóteles y Platón, pasando por genios como Kant y Marx, nos permite predecir que algo esperanzador ocurra en la casa principal del continente.-
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domingo, 13 de abril de 2008

PALABRAS DE ALTURA

Alfredo Vera.- Quito 12 de Abril, 2008.- Gracias a una acción periodística acertada pudimos escuchar hace unos días en radio FM MUNDO de Quito, una entrevista al primer esposo de Ingrid Betancourt, un ciudadano francés, de apellido Delloye, padre de los jóvenes Melanie y Lorenzo, que tanto sufrimiento han padecido junto a las vicisitudes de su madre, víctimas, como millones de colombianos, de una acción bélica que arrastra a la tragedia a muchísima gente inocente, como en toda guerra.

Como no puede ser de otra manera, las palabras del señor Delloye estaban cargadas de una gran tristeza, propia de un padre que comparte con sus dos hijos el dolor de la ausencia de doña Ingrid, perjudicada por ser un rehén importante y la terquedad y el acentuado odio irreconciliable entre los combatientes de esta guerra interna que acaba de cumplir 60 años, iniciada cuando ni siquiera había nacido Ingrid ni muchos de los actores del actual proceso.

Sabemos que fue el cavernario y brutal asesinato del gran líder popular del liberalismo, Jorge Eliécer Gaitán, el que desencadenó una era de violencia tan intensa que se ha prolongado por 6 décadas y ya podemos imaginar cuánta muerte, sangre, dolor y lágrimas han padecido todos cuantos han tenido que pasar cerca del conflicto, con varias organizaciones guerrilleras, los paramilitares, los grupos mercenarios de autodefensa, las fuerzas armadas y la acción, con diversa intensidad en el tiempo, de asesores norteamericanos, en medio de una danza de millonario tráfico de drogas.

El ex esposo de Ingrid hizo un recuento histórico de lo sucedido desde cuando, pese a ser un aferrado conservador, el Presidente Pastrana desarrolló un importante proceso intentando llegar a un arreglo político para lograr la paz, hablando y practicándose desde entonces un acuerdo humanitario, que permitió la liberación de un hermano del Presidente Gaviria. Pastrana fracasó por culpa de los guerreristas de lado y lado e intereses externos, algunos vinculados al narcotráfico.

Y el ciudadano francés criticó a Uribe por ser uno de esos guerreristas afiebrados y dijo que en la reciente crisis, que incluyó la invasión a territorio ecuatoriano con un ataque perfectamente planificado, tuvo la marca de los enemigos de la paz, a quienes poco les importa la vida de nadie.

Con serenidad y altura, pese al dolor que comparte con sus hijos, el señor Delloye hizo una sentida invocación a los ciudadanos del mundo de buena voluntad a contribuir, perseverar, cercar y convencer a Uribe y sus agresivos asesores (entre los que se cuenta el señor Bush) de que el conflicto no tiene solución militar sino política y ella comienza por una sincera disposición a la búsqueda de un acuerdo humanitario que permita la inmediata liberación de los secuestrados con su correspondiente compensación para los guerrilleros que ya dieron muestra de voluntad cuando liberaron a otros secuestrados, gracias a la oportuna y leal intervención del Presiden Hugo Chávez.

Delloye defendió, ponderó y agradeció a nombre de la paz, la posición y conducta del Presidente Correa que con firmeza hizo que Uribe pidiera perdón aunque perseverara con su hipocresía, mentiras y batalla mediática contra el país agredido.

Ojalá algunitos de esos periodisteros de dudosa ecuatorianidad hubiesen escuchado esas palabras de altura.-
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