Alfredo Vera* Quito 21 de febrero, 2009
El pequeño locutor, atrás de la pantalla chica, con esa gaguería que lo caracteriza, se desgañita comparándonos al país nórdico Noruega, donde, según él, por cada dólar que se gasta en ese país, un dólar que se ahorra, contrastando con el Ecuador, donde se gastan los dos dólares y aún queda faltando.
No deja de mentir a diario y de engañar a unos cuantos que le atienden, entre los que me cuento, porque soy masoquista, aparte de patojo, y me divierte escuchar tonterías, que no son más grandes porque ellas van en proporción directa al tamaño suyo.
Nadie podría explicar cómo es que quiere comparar a No… no… no…. Noruega, país del primer mundo desarrollado con uno del tercer mundo porque no hay cuarto, en la clasificación de la pobreza y el atraso.
Los parámetros básicos para medir el nivel de desarrollo de una Nación nos llenan de vergüenza propia: En Noruega, con 4’600.000 hab. el porcentaje de analfabetismo es cero; la mortalidad infantil es de 4 por cada mil nacidos vivos; el 100% de los partos son atendidos en hospitales de primera; la población tiene ingresos almentarios de 3.500 calorías por día; la matrícula en primaria es del 100% de la población infantil, con 10 alumnos por clase; en secundaria del 95% y universitaria el 80%; el ingreso per cápita anual es de 35.000 dólares; el gasto en educación es del 7,5 y de salud 8% del PIB; el desempleo es del 4% y la expectativa de vida es de 80 años; toda la oblación tiene cobertura de electricidad, vías y servicios de agua, alcantarillado y vinculación vial del 100%.
Es una verdadera estulticia querer comparar a dos mundos tan distintos para sostener que en el Ecuador se han vivido 2 años de despilfarro porque se haya intentado buscar una pizca de equidad en el subdesarrollo, dotando un algo de educación, de salud y de infraestructura a localidades de extrema pobreza (entre el 60 y 70% de la población).
Ecuador (con 13 millones de hab.) tiene casi el 10% de analfabetismo, extensas zonas urbanas (no se diga rurales) sin servicios básicos de agua potable, electricidad, vías de comunicación, hospitales, escuelas, sitios de recreación. La cifra de ingestión de 2.100 calorías/día explica la desnutrición, la vejez prematura.
¿Habrá en Oslo un tugurio como los que se encuentran en los barrios marginales del Ecuador?
Ecuador tiene un altísimo índice de corrupción y mayor aún de impunidad, y llega a tanto ese negativismo que hasta le quieren robar la incipiente esperanza que en 2 años se ha logrado.
Politiqueros disfrazados de periodistas, ejerciendo con descaro la oposición, desde que las estructuras partidocráticas y plutocráticas se ahogaron por sus propios errores No quieren permitir que salga la luz, que se confronten ideas a cambio de que impere el caos y el revoltijo de ríos para seguir pescando a manos insaciables.
Cuando hubo dinero, que sus patrones manejaron, no es que guardaron: sucretizaron, pagaron deudas inmorales e inagotables, desfalcaron, robaron, engordaron sus vacas flacas: sus máximas hazañas fueron el saqueo bancario y la dolarización.
Durante la noche neoliberal no es que durmieron y saciaron su gula: es que se la pasaban maquinando para llevarse el país en carretilla eléctrica.
Hasta que el pueblo, adquiriendo conciencia ciudadana, les dijo ¡basta¡ y no saben cómo salir del túnel sin luz al final, que no sea fraguando perversidades, como esto de sacarnos como ejemplo comparativo a un país que tiene resueltas todas sus necesidades, como No… no… no… Noruega, según dice Jorge Ortiz de Teleamazonas TV.-
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martes, 24 de febrero de 2009
domingo, 15 de febrero de 2009
P Á N I C O
Alfredo Vera* Quito febrero 15, 2009.
La oposición a Correa está pasando de una crisis de angustia y desesperación al verdadero pánico cuando fracasan todos los intentos de presentar en las elecciones del 26 de abril un frente unido, que les abra una puerta a la esperanza: 7 candidatos de variado pelaje, para hacer frente a un candidato que los encuesteros y analistas de la derecha, le reconocen una fortaleza que sobrepasa con creces más del 50% (y llegan hasta el 70%). Es de deducir que el saldo, repartido entre 7, no da otra opción para ellos que admitir una contundente derrota, causante de ese pánico.
Y cuando el fiscal Solórzano dispone la prisión preventiva de Chauvin por las sospechas de vínculos de éste con uno de los hermanos Ostaiza, inculpados de ser narcotraficantes, los opositores dijeron: ¡eureka¡ aquí encontramos la herramienta para acusar a Correa de haber recibido dinero del narcotráfico en su anterior campaña electoral y demandar su descalificación como gobernante.
Los jefes coordinadores de la oposición, que también fungen de periodistas, Jorge Ortiz y Carlos Vera, con el apoyo de la prensa comprometida en buscar algún mecanismo eficaz para enfrentar la inevitable derrota electoral, desatan todos los hilos de la madeja dizque para llegar a la verdad e importan desde Colombia y desde México el término narcopolítica (que es equivalente a la parapolítica) para bautizar el tema, con el espíritu infamante que los caracteriza, y tratar de ensuciar, de manchar a la Revolución Ciudadana con esta categorización.
Es sabido que en Colombia los narcotraficantes y los paramilitares están vinculados como financistas y promotores de política de diferente pelambre, que instauraron como una conocida y repugnante forma de actuar las denominadas narcopolítica y la parapolítica, tanto que el Partido Demócrata de USA se ha opuesto a la aprobación de la firma de un TLC con Colombia, como lo relatan los periodistas Helda Martínez de la IPS y Yamid Amat de El Tiempo de Bogotá, cuando hablan del “Entierro del TLC”, por el triunfo de Obama y el otorgamiento del premio consuelo con la denigrante condecoración de Bush a Uribe, como último acto de su nefasto gobierno.
Colombia tiene una prolongada historia vinculada a los carteles del narcotráfico, a los grandes cultivos de droga, a la criminalidad y el enriquecimiento ilícito por el lavado de dinero en el que se acusa toda la politiquería mutuamente, de participar de este abyecto negocio.
En el 2004 la revista Newsweek dio a conocer un informe de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos que ubica a Álvaro Uribe en el lugar 82 de una lista de los 104 personajes vinculados con el negocio de la cocaína en Colombia.
Uribe saldrá beneficiado por esta irresponsabilidad de hablar en el Ecuador de narcopolítica, puesto que incrementará sus bastardos argumentos para justificar la invasión de Angostura, donde intervino descaradamente la CIA, aportando además la utilización de bombas y aviones especiales norteamericanos, como sostienen especialistas en esta materia.
Aún no se establece si Chauvin está o no vinculado al narcotráfico y si algo pecaminoso hizo durante los apenas 3 meses que fue funcionario del actual gobierno y ya se atreven a decir directa o veladamente que Correa tiene algo que ver con ello.
El histerismo ante la certeza de una inminente derrota electoral, lleva a estos distorsionadores de noticias al estado de pánico.-
Autorizada su reproducción
La oposición a Correa está pasando de una crisis de angustia y desesperación al verdadero pánico cuando fracasan todos los intentos de presentar en las elecciones del 26 de abril un frente unido, que les abra una puerta a la esperanza: 7 candidatos de variado pelaje, para hacer frente a un candidato que los encuesteros y analistas de la derecha, le reconocen una fortaleza que sobrepasa con creces más del 50% (y llegan hasta el 70%). Es de deducir que el saldo, repartido entre 7, no da otra opción para ellos que admitir una contundente derrota, causante de ese pánico.
Y cuando el fiscal Solórzano dispone la prisión preventiva de Chauvin por las sospechas de vínculos de éste con uno de los hermanos Ostaiza, inculpados de ser narcotraficantes, los opositores dijeron: ¡eureka¡ aquí encontramos la herramienta para acusar a Correa de haber recibido dinero del narcotráfico en su anterior campaña electoral y demandar su descalificación como gobernante.
Los jefes coordinadores de la oposición, que también fungen de periodistas, Jorge Ortiz y Carlos Vera, con el apoyo de la prensa comprometida en buscar algún mecanismo eficaz para enfrentar la inevitable derrota electoral, desatan todos los hilos de la madeja dizque para llegar a la verdad e importan desde Colombia y desde México el término narcopolítica (que es equivalente a la parapolítica) para bautizar el tema, con el espíritu infamante que los caracteriza, y tratar de ensuciar, de manchar a la Revolución Ciudadana con esta categorización.
Es sabido que en Colombia los narcotraficantes y los paramilitares están vinculados como financistas y promotores de política de diferente pelambre, que instauraron como una conocida y repugnante forma de actuar las denominadas narcopolítica y la parapolítica, tanto que el Partido Demócrata de USA se ha opuesto a la aprobación de la firma de un TLC con Colombia, como lo relatan los periodistas Helda Martínez de la IPS y Yamid Amat de El Tiempo de Bogotá, cuando hablan del “Entierro del TLC”, por el triunfo de Obama y el otorgamiento del premio consuelo con la denigrante condecoración de Bush a Uribe, como último acto de su nefasto gobierno.
Colombia tiene una prolongada historia vinculada a los carteles del narcotráfico, a los grandes cultivos de droga, a la criminalidad y el enriquecimiento ilícito por el lavado de dinero en el que se acusa toda la politiquería mutuamente, de participar de este abyecto negocio.
En el 2004 la revista Newsweek dio a conocer un informe de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos que ubica a Álvaro Uribe en el lugar 82 de una lista de los 104 personajes vinculados con el negocio de la cocaína en Colombia.
Uribe saldrá beneficiado por esta irresponsabilidad de hablar en el Ecuador de narcopolítica, puesto que incrementará sus bastardos argumentos para justificar la invasión de Angostura, donde intervino descaradamente la CIA, aportando además la utilización de bombas y aviones especiales norteamericanos, como sostienen especialistas en esta materia.
Aún no se establece si Chauvin está o no vinculado al narcotráfico y si algo pecaminoso hizo durante los apenas 3 meses que fue funcionario del actual gobierno y ya se atreven a decir directa o veladamente que Correa tiene algo que ver con ello.
El histerismo ante la certeza de una inminente derrota electoral, lleva a estos distorsionadores de noticias al estado de pánico.-
Autorizada su reproducción
domingo, 8 de febrero de 2009
EL VERDADERO LÍDER
Alfredo Vera.-
Quito, febrero 8, 2008.-
Arrancó la contienda electoral, para elegir el 26 de abril, Presidente y todo lo demás en función de la nueva estructura global de la República.
Los grupúsculos, atrofiados por sus odios, envidias y ambiciones o por una estrategia dizque sutil, ultra inteligente, para tener mayoría en la Asamblea, sacaron NUEVE candidatos para enfrentar a Correa.
El señor que podría y debería liderar a los 9 enemigos, no terminó de decidirse a tomar las riendas de esos actores políticos que, además, son los opositores jurados del cambio desde que se hizo realidad el libreto conque se va a fundamentar esa Revolución Ciudadana.
El señor, que es algo culto, supo siempre que la dialéctica demanda, exige con urgencia, un líder que aglutine a los grupúsculos que se atomizan por nimiedades, por rencillas personales, por intereses secundarios.
Tanto comprendió, que él mismo andaba frenéticamente buscando, proponiendo, presionando hasta con grosería a diversos nombres y ninguno quería mojarse el poncho: el mayor fervor de este señor se concentró en el Alcalde Nebot que estuvo a punto de caer en tentación porque se sentía picado cada vez que el Presidente lo minimizaba, considerándolo un líder cantonal: Finalmente se echó para atrás, porque “el que juye, vive”, y dijo “yo me quedo en Guayaquil para ser cabeza de ratón y no, como siempre fui, cola de León”.
El cachiporrero del periodismo político opositor seguía frustrado pues comprendió que Mae Montaño (con esa peluca con la que niega su raza) no pudo siquiera mantener el grupo UNO (quedó reducido a ½). Que no acertaba con los descendientes libaneses Harb o Jairala, que no le llegan ni a los talones de los Bucaram, Tampoco el fabuloso Jefferson Pérez que le gusta ser ganador. Y se la agotaba la cantera.
En eso José Hernández, que dirige la Revista neoliberal “Vanguardia” y amigo de Carlos Vera, consciente de que este tiene las condiciones y virtudes para liderar a los enemigos de Correa, lanza su candidatura presidencial para poner en la balanza de las preferencias electorales sus virtudes: a) según opinión femenina, es también buen mozo y se gana todos los concursos del mejor vestido; b) es inteligente; c) tiene experiencia política pues fue asesor de Febres Cordero y Nebot; llegó a ministro de Sixto y tuvo un altísimo cargo internacional con Abdalá; d) tiene imagen de valiente y no le tiene ni miedo ni respeto a nadie, por poderoso que sea, pues se ha dado el lujo de mandar a la punta de un cuerno a los grandes políticos y gobernantes; y, e) contaría con la apertura y respaldo de todos los medios y poderosos grupos económicos que ejercen la oposición.
En su profesión de entrevistador, se ha comido vivo a todo aquel que se le ha puesto por delante, con muy pocas excepciones y esas personas no volvieron a ser invitados, condenados a sufrir su archivo eterno.
Habla con autoridad, con firmeza, severidad, perfección idiomática e irradia la seguridad de que siempre dice la última palabra: es un verdadero oráculo para decir con vanidad a los demás hasta de lo que se van a morir, desde su silla, siempre más alta que la de los interlocutores, porque el único complejo que parece tener es el de su altura.
Fracasado sus intentos de coronar a varios huidizos precandidatos, “Vanguardia” le hace la casita lanzando su candidatura de la que él también huye, dejando en el aire al “Comité Central de Campaña” que entre ellos se detestan: Jorge Ortiz, Alfredo Pinargote, Emilio Palacio, José Hernández, quienes ahora lo acusan de ser el culpable que se desgranan NUEVE candidatos, ratificando que “doña oposición” carece de un verdadero líder: Carlos Vera defraudó y no lo fue.-
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Quito, febrero 8, 2008.-
Arrancó la contienda electoral, para elegir el 26 de abril, Presidente y todo lo demás en función de la nueva estructura global de la República.
Los grupúsculos, atrofiados por sus odios, envidias y ambiciones o por una estrategia dizque sutil, ultra inteligente, para tener mayoría en la Asamblea, sacaron NUEVE candidatos para enfrentar a Correa.
El señor que podría y debería liderar a los 9 enemigos, no terminó de decidirse a tomar las riendas de esos actores políticos que, además, son los opositores jurados del cambio desde que se hizo realidad el libreto conque se va a fundamentar esa Revolución Ciudadana.
El señor, que es algo culto, supo siempre que la dialéctica demanda, exige con urgencia, un líder que aglutine a los grupúsculos que se atomizan por nimiedades, por rencillas personales, por intereses secundarios.
Tanto comprendió, que él mismo andaba frenéticamente buscando, proponiendo, presionando hasta con grosería a diversos nombres y ninguno quería mojarse el poncho: el mayor fervor de este señor se concentró en el Alcalde Nebot que estuvo a punto de caer en tentación porque se sentía picado cada vez que el Presidente lo minimizaba, considerándolo un líder cantonal: Finalmente se echó para atrás, porque “el que juye, vive”, y dijo “yo me quedo en Guayaquil para ser cabeza de ratón y no, como siempre fui, cola de León”.
El cachiporrero del periodismo político opositor seguía frustrado pues comprendió que Mae Montaño (con esa peluca con la que niega su raza) no pudo siquiera mantener el grupo UNO (quedó reducido a ½). Que no acertaba con los descendientes libaneses Harb o Jairala, que no le llegan ni a los talones de los Bucaram, Tampoco el fabuloso Jefferson Pérez que le gusta ser ganador. Y se la agotaba la cantera.
En eso José Hernández, que dirige la Revista neoliberal “Vanguardia” y amigo de Carlos Vera, consciente de que este tiene las condiciones y virtudes para liderar a los enemigos de Correa, lanza su candidatura presidencial para poner en la balanza de las preferencias electorales sus virtudes: a) según opinión femenina, es también buen mozo y se gana todos los concursos del mejor vestido; b) es inteligente; c) tiene experiencia política pues fue asesor de Febres Cordero y Nebot; llegó a ministro de Sixto y tuvo un altísimo cargo internacional con Abdalá; d) tiene imagen de valiente y no le tiene ni miedo ni respeto a nadie, por poderoso que sea, pues se ha dado el lujo de mandar a la punta de un cuerno a los grandes políticos y gobernantes; y, e) contaría con la apertura y respaldo de todos los medios y poderosos grupos económicos que ejercen la oposición.
En su profesión de entrevistador, se ha comido vivo a todo aquel que se le ha puesto por delante, con muy pocas excepciones y esas personas no volvieron a ser invitados, condenados a sufrir su archivo eterno.
Habla con autoridad, con firmeza, severidad, perfección idiomática e irradia la seguridad de que siempre dice la última palabra: es un verdadero oráculo para decir con vanidad a los demás hasta de lo que se van a morir, desde su silla, siempre más alta que la de los interlocutores, porque el único complejo que parece tener es el de su altura.
Fracasado sus intentos de coronar a varios huidizos precandidatos, “Vanguardia” le hace la casita lanzando su candidatura de la que él también huye, dejando en el aire al “Comité Central de Campaña” que entre ellos se detestan: Jorge Ortiz, Alfredo Pinargote, Emilio Palacio, José Hernández, quienes ahora lo acusan de ser el culpable que se desgranan NUEVE candidatos, ratificando que “doña oposición” carece de un verdadero líder: Carlos Vera defraudó y no lo fue.-
Autorizada su reproducción
domingo, 1 de febrero de 2009
C U M B R E S
Alfredo Vera.- Quito 1 febrero, 2009
Si alguien con necedad quiere ocultar la confrontación entre los sistemas capitalista y socialista, que trate de definir la diferencia que hay entre las cumbres de Belem (Brasil) y Davos (Suiza), no sólo por la identidad de quiénes representaron a nuestro mestizo continente, marcando hasta en eso la diferencia entre una y otra reunión: los mestizos de medio pelo, Evo, Correa, Chávez y Lugo, a la tierra del obrero Lula y la otra cumbre, de los pelucones millonarios en el ultra desarrollado y exclusivo Davos: el mexicano Felipe Calderón y el colombiano condecorado por Bush antes de expirar, Álvaro Uribe.
Los primeros rodeándose de gente con olor a pueblo, a poncho, a sudor de trabajo; los otros, codeándose con cashemires, rólex, guchi, rabán,
Los de izquierda, forjando la identidad de un socialismo contemporanizado (no moderno que filosóficamente consolida las estructuras existentes), en el que tenga prioridad la integración y la unidad de los pueblos y gobiernos afines, para construir la justicia social, las equidades, la solidaridad, el fraternalismo: tareas desde luego complejas y difíciles, porque se trata de desmontar, de desenmascarar y de combatir, las taras y vicios engendrados por el capitalismo (egoísmo individualizado, prepotencia, discriminación, marginación, exclusión, mediocridad, analfabetismo, desnutrición, corrupción).
La derecha millonaria, dándole respiración boca a boca al agonizante neoliberalismo que, como no tiene varita mágica, no atina a encontrar solución y ahora, como en 1930, le tocará parte del castigo generado por su avaricia y gula y no reacciona ante ningún estímulo, ni siquiera a la del impactante y generador de esperanzas: la asunción al poder del carismático Obama.
A toda la humanidad, sin excepción, con más dureza al explotado tercer y cuarto mundos, nos tocará pagar los platos rotos, aunque no hayamos recibido más que migajas durante el banquete de los poderosos.
Lógicamente, los agentes serviles de la peluconada criolla, en forma ladina y descarada, pretenden responsabilizar al socialismo de los latigazos que recibe la economía latinoamericana por parte de quienes hicieron de la coyunda de la deuda externa su única preocupación respecto al desarrollo de esta región.
Algunos de ellos son tan desnaturalizados, que acusan a Correa de haber “despilfarrado” recursos por haber invertido en salud, educación y protección social, en lugar de haber guardado el dinero para la época de las “vacas flacas”, como si este paisito, campeón de la inequidad y de la desigualdad social, alguna vez hubiera gozado (como sí lo hicieron los pelucones) de épocas de “vacas gordas, obesas”.
La pequeñez mental conduce a los voceros de la real oposición (la periodística, porque la partidista sigue en mutuo descuartizamiento) a querer ocultar con un dedito lo que pasa en el mundo entero, para tratar de convencer a los partidarios de la revolución ciudadana que la crisis es culpa del gobierno.
En Belem se siguió colocando los cimientos para la unidad latinoamericana, sustento esperanzador para hacer frente a los coletazos que desparrama en sus estertores de muerte el neoliberalismo, expresión “moderna” del capitalismo, afectado por la irracionalidad del imperio del endiosado mercado.
¿Cuáles fueron las esperanzas empolladas en medio del llanto y la angustia de la cumbre de Davos?: hasta hoy no se divulgan. Pero serán muy diferentes a las alegres, explosivas y nacientes proyecciones de los acuerdos en la cumbre de Belem.-
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Si alguien con necedad quiere ocultar la confrontación entre los sistemas capitalista y socialista, que trate de definir la diferencia que hay entre las cumbres de Belem (Brasil) y Davos (Suiza), no sólo por la identidad de quiénes representaron a nuestro mestizo continente, marcando hasta en eso la diferencia entre una y otra reunión: los mestizos de medio pelo, Evo, Correa, Chávez y Lugo, a la tierra del obrero Lula y la otra cumbre, de los pelucones millonarios en el ultra desarrollado y exclusivo Davos: el mexicano Felipe Calderón y el colombiano condecorado por Bush antes de expirar, Álvaro Uribe.
Los primeros rodeándose de gente con olor a pueblo, a poncho, a sudor de trabajo; los otros, codeándose con cashemires, rólex, guchi, rabán,
Los de izquierda, forjando la identidad de un socialismo contemporanizado (no moderno que filosóficamente consolida las estructuras existentes), en el que tenga prioridad la integración y la unidad de los pueblos y gobiernos afines, para construir la justicia social, las equidades, la solidaridad, el fraternalismo: tareas desde luego complejas y difíciles, porque se trata de desmontar, de desenmascarar y de combatir, las taras y vicios engendrados por el capitalismo (egoísmo individualizado, prepotencia, discriminación, marginación, exclusión, mediocridad, analfabetismo, desnutrición, corrupción).
La derecha millonaria, dándole respiración boca a boca al agonizante neoliberalismo que, como no tiene varita mágica, no atina a encontrar solución y ahora, como en 1930, le tocará parte del castigo generado por su avaricia y gula y no reacciona ante ningún estímulo, ni siquiera a la del impactante y generador de esperanzas: la asunción al poder del carismático Obama.
A toda la humanidad, sin excepción, con más dureza al explotado tercer y cuarto mundos, nos tocará pagar los platos rotos, aunque no hayamos recibido más que migajas durante el banquete de los poderosos.
Lógicamente, los agentes serviles de la peluconada criolla, en forma ladina y descarada, pretenden responsabilizar al socialismo de los latigazos que recibe la economía latinoamericana por parte de quienes hicieron de la coyunda de la deuda externa su única preocupación respecto al desarrollo de esta región.
Algunos de ellos son tan desnaturalizados, que acusan a Correa de haber “despilfarrado” recursos por haber invertido en salud, educación y protección social, en lugar de haber guardado el dinero para la época de las “vacas flacas”, como si este paisito, campeón de la inequidad y de la desigualdad social, alguna vez hubiera gozado (como sí lo hicieron los pelucones) de épocas de “vacas gordas, obesas”.
La pequeñez mental conduce a los voceros de la real oposición (la periodística, porque la partidista sigue en mutuo descuartizamiento) a querer ocultar con un dedito lo que pasa en el mundo entero, para tratar de convencer a los partidarios de la revolución ciudadana que la crisis es culpa del gobierno.
En Belem se siguió colocando los cimientos para la unidad latinoamericana, sustento esperanzador para hacer frente a los coletazos que desparrama en sus estertores de muerte el neoliberalismo, expresión “moderna” del capitalismo, afectado por la irracionalidad del imperio del endiosado mercado.
¿Cuáles fueron las esperanzas empolladas en medio del llanto y la angustia de la cumbre de Davos?: hasta hoy no se divulgan. Pero serán muy diferentes a las alegres, explosivas y nacientes proyecciones de los acuerdos en la cumbre de Belem.-
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