lunes, 28 de julio de 2008

DE TUMBO EN TUMBO

Alfredo Vera.- Quito, 27 Julio, 2008.- Para felicidad y tranquilidad de ese 80% de ecuatorianos que en el anterior referéndum apoyaron la instalación de la Asamblea Constituyente de plenos poderes, la oposición derrotada entonces no sólo que no pudo reconstituirse, sino que hoy sus últimos pataleos se reducen a la guerra mediática, donde destacan los titulares tremendistas de “El Universo”, periódico de tradición que se deja arrastrar por el odio rabioso y enfermizo de Emilio Palacio y se complementa con la vociferante alharaca de Carlos Vera, Alfredo Pinoargote y menos inteligente de Jorge Ortiz, devenidos los mediáticos en “Comité Central” de los grupúsculos diseminados de esa oposición, que ni entre ellos se soportan.

Quisieron hacer de Nebot el líder concentrador y aglutinante antes, durante y después de la expedición de la Constitución: pulsó fuerzas, en media faena, para entregar su “mandato” a Montecristi y amenazó que llevaría a sus huestes en una gran marcha so pretexto de exigir la autonomía y todo quedó en nada, se esfumó la bravuconada, para desesperación del Comité Central.

Intentaron quebrar la mayoría de la Asamblea por todos los procedimientos posibles y no cuajó, pese a la desesperada intención de utilizar el nombre de Dios, el tema del aborto, el matrimonio gay, el hiperpresidencialismo, las autonomías, el quíchua y cuanto tema pudiera inquietar al respetable público, como que el libreto llegó precocinado a Montecristi, como que corrían vientos de autoprórroga, y todo resultó pompa de jabón.

La ruptura 25 (referida a número de años) la quiso convertir en ruptura 80 (referida al número de asambleístas de Acuerdo País) y con eso también fracasaron porque los asambleístas a tiempo se dieron cuenta de que los querían utilizar con el germen de la división.

Luego cocinaron una serie sucesiva de encuestas para manipular a los ingenuos que, según ellos, es mayoría, la que por los numeritos amañados ya estaría convencida de repudiar la constitución, aunque aún no estuviese terminada.

Finalmente vino el esfuerzo desesperado que los condujo a descalificar el hecho de que Alianza País, que tiene abrumadora mayoría de asambleístas, no pudiera ejercer el impulso, control y conducción de lo que sería el texto constitucional, por sus propios integrantes, por el llamado Buró Político o por el líder del movimiento, porque, además, es Presidente de la República, como si esto disminuyera el derecho de los gestores del proceso a velar porque la motivación central de la Revolución Ciudadana: cambiar el país a partir de una nueva Constitución se desvíe, se estanque, se atrofie, se frustre.

En los días finales del proceso esa oposición al interior de la Asamblea usaron los últimos mecanismos a su alcance para descalificar el proceso, se pusieron de luto como presagio de lo que les va a suceder, anunciaron su retiro, algunos se retiraron, otros permanecieron hasta el final y todos los desesperos del Comité Central no evitaron que el observador menos avispado considerara que van de tumbo en tumbo.-

Autorizada su reproducción

1 comentario:

Tania dijo...

Desgraciadamente hay algunos despistados que le hacen el juego a la derecha reaccionaria en nombre de "la verdadera izquierda". Cohincido con el Presidente en lo de los infantilismos. Ojalá maduren y vean un poco más allá de sus intereses y egos.

Si, mil veces SI

T.Roura