domingo, 19 de octubre de 2008

JUSTICIA TARDÍA

Alfredo Vera.- Quito 19 de Octubre, 2008.-

En días pasados, la Corte Suprema de Justicia del Ecuador emitió un dictamen absolutorio definitivo y el archivo de la causa que se seguía contra Trajano Andrade por inexistencia de pruebas, liberando así al manabita que fue Diputado, Subsecretario de Educación (cuando yo fui Ministro) y recientemente Ministro de Obras Públicas de Correa, de donde salió para ser elegido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, o sea, parte de la acción relevante que está marcando el esperado cambio que habla de un nuevo destino y rumbo para este país, en el que se incluya una reforma jurídica que impida su manipulación por parte de grupos de poder económicos o políticos.

Andrade y yo fuimos difamados y calumniados y Trajano perseguido por 18 años, persecución de la que me libré cuando pude demostrar que por estar en Cuba, sometido a una intervención quirúrgica, ni siquiera había estado en el Ecuador cuando presuntamente se habría producido un contrato ilícito para la compra de unas planchas de acero para techar escuelas rurales.

La manipulación de la justicia para impedir que el caso se resuelva mediante un debido proceso, se origina en la venganza del entonces diputado socialcristiano, que padeció siempre de atrofia moral, Jaime Nebot, que lo condujo a aprovechar mañosamente de la frustrada contratación, que había sido debelada por mí mismo, en cuanto reasumí el Ministerio, acompañada esta decisión con una denuncia a la Contraloría de la Nación y la cancelación de los dos funcionarios que habían estado comprometidos en el ilícito, de apellidos Pazmiño y Zecaira, de lo cual es testigo idóneo y fidedigno Rodrigo Borja, a quien, en su calidad de Presidente, mantuve informado al detalle de lo que iba sucediendo.

Nebot sintió contra mí una feroz venganza porque, cuando era Gobernador del Guayas (Febres Cordero, 1987), denunciamos y demostramos, junto a otro diputado, Ítalo Ordóñez, los actos de corrupción y sobreprecio en la construcción de la Vía Perimetral de Guayaquil, como lo demuestro en mi publicación titulada “El Lleve de la Perimetral”.

Y siendo él Diputado socialcristiano y yo Ministro de Educación en el régimen de Borja, acostumbrado como él estaba a las mañoserías, se robó la película y montó un juicio político en el Congreso que terminaría con mi destitución, gracias a la complicidad de los afiebrados de MPD y de unos cuantos corruptos que vendieron sus votos.

La moción de censura incluía una petición a la Corte Suprema para que nos enjuicien penalmente: yo quedé excluido, como dije, pero Trajano Andrade hubo de soportar 18 años de persecución hasta que la máxima instancia de la justicia archivó el juicio.

Andrade debería enjuiciar a Nebot por calumnia y daño moral, como lo ha anunciado, pues a un oligarca prepotente de esos quilates hay que darle una severa lección para que delitos así no queden en la impunidad, haciendo verdadera la aseveración que la justicia tarda pero llega.-

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