sábado, 24 de enero de 2009

GRUPÚSCULOS

Alfredo Vera* Quito

Se avecina un nuevo proceso electoral en Abril, ahora total porque no va a haber relevo parcial en los órganos colegiados de la Asamblea, los Municipios y Consejos Provinciales y ya se alistan los contendientes.

Como es evidente, para este proceso ya los partidos políticos no cuentan, no juegan ningún papel, han quedado en inexistencia social, aplastados por la indiferencia ciudadana, por las malas y corruptas prácticas de la mayoría de aquellos que se apoderaron de sus dirigencias, traicionando sus ideologías y sus proyectos políticos, vendiendo sus apoyos a grupos económicos insaciables en el saqueo a los fondos públicos, por lo que el pueblo, la ciudadanía, les dio las espaldas y ahora, lastimosamente, ni siquiera se atreven a promocionar candidaturas propias.

Hace años, en un ensayo que titulé “Política”, advertí sobre las perversidades del capitalismo latinoamericano, a través de sus tentáculos informativo de la gran prensa, del proyecto destinado a desacreditar y a destruir los partidos políticos, pensando evitar el surgimiento de regímenes soberanos.

No calcularon que la verdadera política es, como lo descubrió el griego Aristóteles antes de la era cristiana, inherente a la naturaleza humana y por eso surgieron presidentes como Chávez, como Evo, como Lugo, como Correa y como otros que vendrán a través de la política bien entendida y practicada.

Y, claro, los que perdieron el apoyo ciudadano y no pueden siquiera sacar candidatos, hoy convertidos en “grupúsculos”, están peregrinando de puerta en puerta, protegidos por la gran prensa, radio y televisión que sólo los invitan a ellos, clamando por alguien que se sacrifique para ser candidato a la presidencia.

Para todo lo demás hay miles de candidatos, pero para la función principal de la República, la Presidencia, entre los miembros de los grupúsculos no hay quién se decida “a sacrificarse” y sacar la cara para mitigar su lacerante frustración.

Entre risas, burlas y miedos escondidos, los liderzuelos de esas minúsculas organizaciones se pasan la pelota de uno a otro y no hay quien quiera asumir la representación para enfrentar al que, de entrada, según los encuesteros de los pelucones, cuenta con el 70% de credibilidad, gracias a que rescató la verdadera política al servicio de una causa con justicia denominada “Revolución Ciudadana”.

Ese triste papel de los líderes de los grupúsculos lo inauguró Nebot declaró su temor y prefiere la candidatura a la alcaldía, porque el miedo es libre y lo secundan el desesperado periodista Carlos Vera, doña Mae Montaño, y muchos otros periodistas metidos a políticos o políticos metidos a periodistas,, hasta el bravucón de Lucio (que salió huyendo de Carondelet) que hasta ahora no se deja empujar por sus áulicos a presentar batalla: Más miedo, todavía.

Ante su fracaso ellos se llenan de odio, de rencor, de insolencia y pierden la noción de respeto para insultar al presidente, al gobierno, a la ciudadanía y empiezan a descalificar a los que no se prestan a sus maniobras.

Ellos, frustrados, quieren desbaratar el proceso de institucionalización: desde su pequeñez biológica y moral no cesarán hasta destruir al intento de cambio y de Revolución Ciudadana.-
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