domingo, 4 de enero de 2009

LA GRANDE "U" DE QUITO

Alfredo Vera* Quito, Enero 4, 2009

Antes de entrar en materia corresponde enviar a todos quienes leen estos artículos cíber un serio deseo de que sus anhelos se cumplan el 2009, excepto para aquellos que quisieran que este ejercicio de reflexiones se extinga. E informarles que he cambiado de dirección electrónica: arq1vera@andinanet.net.

Nos parece que en los recuentos que se hacen de los grandes acontecimientos ocurridos en el año precedente se viene cometiendo 2 grandes injusticias y contra una misma institución y eso no debería suceder.

La institución perjudicada es la gloriosa Universidad de Quito en dos aspectos diversos pero de gran potencialidad.

El primero tiene que ver con el equipo de fútbol que lleva su insignia, su color, su nombre y que goza de inmensa popularidad por su enorme trayectoria, lo que ha generado una gran hinchada con justificado fanatismo.

Soy afecto a otro equipo capitalino pero también un permanente observador del fútbol y sigo de cerca el desenvolvimiento de esta pasión universal pretendiendo ser justo y equitativo: por eso mismo, me parece que no se ha dado al equipo de la Liga el reconocimiento que correspondería por el hecho de haber obtenido el vice campeonato mundial de clubes.

Claro que todos queríamos que obtuviera el campeonato y hubiese sido una hazaña sin precedentes ganarle al equipo inglés, de los más costosos y lleno de estrellas en el planeta. Pero eso no debería disminuir el mérito como pareciera para algunos derrotistas de los que hacen esos recuentos.

Hay otro desentendimiento, éste de carácter político institucional de la futura conducción de la Universidad Central, al que tampoco se le ha destacado en su justa dimensión dado que se trata de un proceso liberador del secuestro dogmático, fanático, violento, agresivo, represivo, a que ha estado sometida la institución, no precisamente por la máxima autoridad saliente, sino por el grupo politiquero que ha venido convirtiéndola en un reducto irradiador de perversa manipulación y alejándola del deber ser, de una institución de tan inmensa trayectoria.

Se percibe que hay un proceso liberador en ciernes y el que la secta no haya ganado en la primera vuelta, es ya un síntoma de acorralamiento.

Pero debería esperarse una mayor toma de conciencia ciudadana y de opinión pública para que vigile y respalde esta rebelión que ha empezado a forjarse desde su propia entraña, cuando estudiantes y profesores, trabajadores y personal de servicio, toman conciencia de que la gloriosa, la grande Universidad de Quito no puede seguir secuestrada, como casi toda la educación y que ha llegado la hora de decir ¡basta¡; ha llegado su hora de cambiar para bien, de recuperar un tiempo, un rol, una valía inconmensurable, para su participación en la transformación de la Patria.-
Autorizada su reproducción

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