domingo, 29 de marzo de 2009

SESGO NOTICIOSO

Alfredo Vera* Quito 29 marzo, 2009

Cuando funcionaban los partidos políticos formales y sus principales voceros eran atraídos a las páginas, pantallas y micrófonos de los grandes medios de comunicación, los poderosos empresarios contaban con eficientes testaferros para que defiendan los pelucones intereses de la gallada nacional e internacional, SIP incluida.

En América latina, siguiendo el ejemplo precursor de Cuba, cada vez más el desprestigio de la politiquería, llamada entre nos "partidocracia", los medios de comunicación se despojan de la piel de cordero de una supuesta independencia e imparcialidad y sacan a flote su verdadera identidad de usufructuarios de los privilegios y canonjías de cogobernar a base de telefonazos o por medio de recaderos, amedrentando a pusilánimes, gobernantes, aterrados por los posibles ataques de esos poderosos medios.

Desde la llegada al poder del presidente Correa este predominio de los dueños de los medios fue cayendo vertiginosamente, a la par que el desprestigio de los voceros politiqueros.

Y como más daño a su causa les hace que salgan a vociferar esos personajes desacreditados, han preferido elevar a categoría de voceros de la oposición a quienes manejan los noticieros que, además, se nutren de la publicidad de los mismos y otros ñaños propietarios y van copando todos los espacios posibles en los programas de prensa, radio y televisión, tanto para volcar la balanza de la opinión aparentemente pública en favor del envenenamiento opositor, cuanto para dar a las noticias un sesgo reñido con la esencia de la verdad de los acontecimientos que los ponen sobre el tapete para intentar actuar como aplanadora en beneficio de su perversa guerra.

Si sube el precio de la papa, si las lluvias arremeten contra los cultivos, si se descubre un cargamento de drogas, si un canalla asesina a una menor de edad, si se cae un avión, si el propio gobierno descubre un corrupto, si se cae un puente construido hace 30 años, si se produce un derrumbe en una carretera, si violan a una niña, si un joven se suicida, si roban una joyería, etc. etc. todas esas noticias que son parte de la cotidianeidad en todo el mundo, aquí en el Ecuador, gracias a la manipulación de cualquier pitufo físico y mental, se convierten en una confabulada coincidencia para tratar de acusar como responsable al gobierno para tratar de desprestigiarlo.

Dar un sesgo perverso a las noticias son actos de corrupción que, al descubrirse, felizmente revierten contra sus autores y generan la pérdida de credibilidad a sus campañas para desalentar a la ciudadanía.

La prueba es que, pese a todos los esfuerzos mancomunados que hacen personajes de los medios como Jorge Ortiz, Emilio Palacio, Carlos Vera, Gonzalo Rosero, Diego Oquendo, Jorge Vivanco, por citar a los más desesperados, la colectividad sigue incrementando su adhesión a la tesis de la Revolución Ciudadana, que encabeza Correa, y que, según las encuestas de ellos mismos, siguen obteniendo una contundente victoria en la primera vuelta de las elecciones próximas.

En cada programa de opinión invitan a un 80% de personajes envenenados o renegados para que denigren e insulten con total irrespeto a quienes tienen la responsabilidad, por voluntad soberana del pueblo expresada en las urnas, de dirigir al país.

El control de los grandes medios de comunicación les garantiza a estos señorones la posibilidad de encausar las noticias con el sesgo que se les antoja: lo que no pueden es cambiar la realidad y de allí su rotundo fracaso que no pueden soslayarlo.

Con la mentirosa farsa de confundir dólares con “cóndores” llegaron al colmo del ridículo para sesgar una noticia.-

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