GUERRA DE NEBOT NO MATA GENTE

Alfredo Vera.- Quito, Enero 5, 2008.- Silencio forzado el mío, estas ultimas semanas, por la participación en la inauguración de la Exposición de Guayasamin en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, solicitada por el Presidente Tabaré Vásquez, con motivo de la reunión de MERCOSUR y por las festividades de la época.

Época que contempla una nueva batalla entre el cambio y la inmovilidad: la Asamblea pariendo el primer sacudón con un certero golpe a los evasores y elusores de impuestos en el órgano vital más importante de la anatomía del oligarca pelucón: el abundante y desbordado bolsillo.

El bolsillo es el signo de identidad de las escalas sociales: escuálido, vació, aterido, en el 70% de los ecuatorianos pobres y marginados, desesperados, ansiosos de emigrar; el 25% con el bolsillo chupado como mango de la clase sánduche: media pobre, media hambrienta, media educada, media endeudada, media estrangulada; el 4% insertada en la esfera pelucona con el bolsillo lleno, carro de lujo del año, maletas viajeras con hábitos matuteros, evasores de impuestos, maquinaria pensante y actuante para ese 1% restante que son los pelucones de angora, que forman esta improvisada y superficial estadística.

La estadística como la encuesta son herramientas de las ciencias sociales que, como todas las ciencias, son utilizables según sanos o perversos intereses. Ejemplo de eso, cuando, con estadísticas y encuestas a la mano, los pelucones fabrican sus batallas mediáticas para impedir que los cambios se produzcan, como reflejan las noticias, opiniones y manipulaciones de los periodisteros.

Los periodisteros son las puntas de lanza que conducen las batallas mediáticas. Muchos de ellos de las llamadas personas “decentes” o “buenas gentes”, como Carlos Vera o Jorge Ortiz de la TV; Jorge Vivanco del Expreso, Alfredo Pinargote de Vistazo, por citar algunitos, que fabrican slogan o cliché para convertirlas en ideas fuerza: Si las victimas de esta agresión mediática se atuviera a lo que ellos dicen, por ejemplo, Nebot hace muy bien en prohibir que los buses de pasajeros pasen por el puente de la Unidad Nacional, pero es una victima del “déspota” de Correa cuando le prohíbe usar el carretero a Manabí para movilizar una tropa ciudadana para enfrentar a la Asamblea.

La Asamblea aprueba su primera Ley y gritan porque no la han discutido ellos, porque no fueron consultados y ultimadamente porque les golpea el bolsillo. ¿A quienes? A los que chillan, recaderos incluidos. Uno de los chillidos es porque en adelante no podrán “regalar” el 25% de sus impuestos, lo que se llama “generosidad con plata ajena” (del Estado), invento socialcristiano para financiar su Malecón, que pronto se contagió a otros lares, dineros que pueden haber sido invertidos con equidad y justicia, en escuelas y hospitales.

Nebot anuncia que en este mes desata su avisada guerra: aunque perdió armas con los municipios, la Junta de Beneficencia, las universidades y los transportistas, él es como Jalisco: no se raja, aunque no mate de susto a nadie.-