miércoles, 21 de noviembre de 2007

¿CUARTO PODER?

Quito, Mayo 28, 2007.-

El político inglés
Edmund Burke (1729-1797) no tendría idea de lo que sucedería siglos después, cuando vaticinó que la prensa (entonces sólo escrita) se convertiría en el cuarto poder, después del ejecutivo, legislativo y judicial: ¿después?, no, amigos, en muchos países y más en el nuestro, desde hace muchísimos años la gran prensa comercial ha competido, empatado y casi siempre superado aún al primer poder.

En mi última entrega cibernética (Prensa y Libertad, Mayo 7) concluí afirmando que sobre esto de la “libertad de prensa había mucha tela que cortar” y en estos últimos días el problema se agudiza porque muchos propietarios de ese cuarto poder, acostumbrados a la manipulación y a amedrentar a los representantes del primer poder, hoy parece que se encontraron con “la horma de su zapato”, porque el Presidente Correa está dispuesto a poner a prueba una limpieza frontal en las relaciones de su gobierno y suyas personales con algunos medios, concretando a quiénes y por qué van dirigidas sus frontales protestas.

Sostengo que así como hay políticos y politiqueros también hay periodistas y periodisteros, lo difícil, pero no imposible, es identificarlos a unos y otros, porque, además, el proceso degenerativo de la corrupción hace que en ambas actividades, el escándalo de la mutación sea frecuente, en relación directa con la presencia de los genes HP (ver POLITICA de mi autoría. Editorial El Conejo) en los actores de estas profesiones.

Un periodistero, con mediocridad e irresponsabilidad, no tiene empacho en difamar y calumniar a cualquier ciudadano que ocupa una función pública, abusando de la “libertad o libertinaje de prensa”, que invocan para cometer la fechoría de destruir la imagen de un ciudadano que no siempre es un corrupto.

El actual Presidente ha tenido la entereza de aplicar una tibia ley del talión, que no llega a cobrar ojo por ojo, pero que por lo menos ha puesto en evidencia que no va a permitir que el cuarto poder siga ejerciendo el primero, cuando ni siquiera les interesa depurar sus filas de periodisteros que no se cuidan de guardar coherencia con los medios que les permiten sus desahogos perversos, como sucedió hoy mismo en ECUAVISA cuando Alfredo Pinargote llenó de calificativos ofensivos al Presidente Correa y Ricardo Patiño, cuando minutos antes, en el programa de Carlos Vera, el Ministro dejó en claro la limpieza meridiana de sus procedimientos.

Y como no hay mejor cuña que la del mismo palo, recomiendo leer los artículos de Roberto Aguilar (El Comercio, 15 de Abril) y el de César Ricaurte (El Universo de hoy) donde desnudan las prácticas corruptas de algunos canales de televisión.

El cuarto poder no se ejerce por leyes, decretos, reglamentos, órdenes, instructivos, como sucede en los otros tres poderes, donde quedan huellas tangibles de las responsabilidades de sus actores.

Los que manipulan la libertad de decir o callar lo que les da su regalada gana, no siquiera dejan huellas de los intereses privados que defienden cuando delinquen deliberadamente, lo que hace mucho más difícil e intangible determinar dónde termina un periodista para convertirse en un periodistero.-

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