Quito, Agosto 26, 2007.-
Huérfanos de imagen, de representatividad, de autoridad moral, los tiburones escondidos y agrupados en una agonizante oposición, se dedicaron a importar pelucones extranjeros para que dieran la cara y asumieron las acusaciones contra el gobierno de Correa, y así han venido apareciendo especímenes como Mario Vargas Llosa, su hijo Alvaro, Carlos Alberto Montaner, entre otros.
De esa incestuosa relación debe haber surgido una brillantísima idea de buscar un gusano radicado en Miami, el paraíso de los prófugos de la justicia y de la vindicta ética del continente, aprovechara las páginas del periódico Miami Herald (versión latina), receptor del veneno más encumbrado de los periodisteros (esa especie de politiqueros de la prensa) que pululan por el continente escribiera sobre Ecuador.
Casto Ocando, gusano desertor de Venezuela, publica una caricatura agresiva contra el Presidente del Ecuador, que es difundido con profusión y beneplácito por la gran prensa ecuatoriana de oposición. Ocando vive en Miami desde 1999, y escribe para El Nuevo Herald desde el 2002.
El Nuevo Herald tuvo como director de las páginas editoriales a Álvaro Vargas Llosa y ya se pueden imaginar la carga de veneno de ese medio contra todo lo que no sea neoliberalismo.
En 1998, El Nuevo Herald hizo un enorme despliegue con declaraciones de una tal Elizabeth Trujillo Izquierdo que supuestamente era una doctora testigo de que Fidel Castro sufrió una grave enfermedad que afecta el cerebro. La noticia tuvo gran repercusión, pero luego se supo que Trujillo Izquierdo en realidad era sólo una secretaria en una fábrica de papel residente en Miami.
En el 2006, The Miami Herald (versión gringa) tuvo que admitir que 2 reporteros en nómina (Pablo Alfonso y Wilfredo Cancio Isla) y Olga Connor de El Nuevo Herald (de los gusanos), eran mercenarios que recibieron pagos por presentaciones en Radio y Televisión Martí, ente impúdico propiedad del gobierno de Estados Unidos que se dedica a transmitir noticias tendenciosas contra Cuba.
El Nuevo Herald ha servido como vía para intentar el desprestigio de todos los intentos de los grupos de emigrados cubanos que procuran tener una relación constructiva con su país de origen.
En la oposición ecuatoriana que promueven los medios hay discrepancias internas y se evidencia cuando el aprendiz de autoritario, el predicador Carlos Vera Rodríguez, en El Comercio ("Los Aterrados") reniega de algunos de sus aliados a quienes llama cobardes, (él si puede llamarlos como le da la gana); comete la injusticia de no mencionar por celos a su competidor Jorge Ortiz de Teleamazonas y no puede menos que hacer justicia de omitir a Javier Laso, Francisco Carrión Mena, Rodrigo Fierro, etc.
Pero, claro, si un gusano como Casto Ocando, intenta, como se dice “trapear el piso” con la figura del Presidente de un país que no se somete a los designios gringos, los tiburones se agrupan y aplauden a rabiar, porque ellos sí se niegan a tener Patria.-
Huérfanos de imagen, de representatividad, de autoridad moral, los tiburones escondidos y agrupados en una agonizante oposición, se dedicaron a importar pelucones extranjeros para que dieran la cara y asumieron las acusaciones contra el gobierno de Correa, y así han venido apareciendo especímenes como Mario Vargas Llosa, su hijo Alvaro, Carlos Alberto Montaner, entre otros.
De esa incestuosa relación debe haber surgido una brillantísima idea de buscar un gusano radicado en Miami, el paraíso de los prófugos de la justicia y de la vindicta ética del continente, aprovechara las páginas del periódico Miami Herald (versión latina), receptor del veneno más encumbrado de los periodisteros (esa especie de politiqueros de la prensa) que pululan por el continente escribiera sobre Ecuador.
Casto Ocando, gusano desertor de Venezuela, publica una caricatura agresiva contra el Presidente del Ecuador, que es difundido con profusión y beneplácito por la gran prensa ecuatoriana de oposición. Ocando vive en Miami desde 1999, y escribe para El Nuevo Herald desde el 2002.
El Nuevo Herald tuvo como director de las páginas editoriales a Álvaro Vargas Llosa y ya se pueden imaginar la carga de veneno de ese medio contra todo lo que no sea neoliberalismo.
En 1998, El Nuevo Herald hizo un enorme despliegue con declaraciones de una tal Elizabeth Trujillo Izquierdo que supuestamente era una doctora testigo de que Fidel Castro sufrió una grave enfermedad que afecta el cerebro. La noticia tuvo gran repercusión, pero luego se supo que Trujillo Izquierdo en realidad era sólo una secretaria en una fábrica de papel residente en Miami.
En el 2006, The Miami Herald (versión gringa) tuvo que admitir que 2 reporteros en nómina (Pablo Alfonso y Wilfredo Cancio Isla) y Olga Connor de El Nuevo Herald (de los gusanos), eran mercenarios que recibieron pagos por presentaciones en Radio y Televisión Martí, ente impúdico propiedad del gobierno de Estados Unidos que se dedica a transmitir noticias tendenciosas contra Cuba.
El Nuevo Herald ha servido como vía para intentar el desprestigio de todos los intentos de los grupos de emigrados cubanos que procuran tener una relación constructiva con su país de origen.
En la oposición ecuatoriana que promueven los medios hay discrepancias internas y se evidencia cuando el aprendiz de autoritario, el predicador Carlos Vera Rodríguez, en El Comercio ("Los Aterrados") reniega de algunos de sus aliados a quienes llama cobardes, (él si puede llamarlos como le da la gana); comete la injusticia de no mencionar por celos a su competidor Jorge Ortiz de Teleamazonas y no puede menos que hacer justicia de omitir a Javier Laso, Francisco Carrión Mena, Rodrigo Fierro, etc.
Pero, claro, si un gusano como Casto Ocando, intenta, como se dice “trapear el piso” con la figura del Presidente de un país que no se somete a los designios gringos, los tiburones se agrupan y aplauden a rabiar, porque ellos sí se niegan a tener Patria.-
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