Quito, 17 de septiembre, 2007.-
Es fácil imaginarse el drama que soporta, en sus últimos momentos, el personaje que se ahoga y lanza manotones a diestra, alto, siniestra y bajo, para salvarse del desenlace.
Y, en la mayoría de los casos, todo lo que intente es inútil, se ahoga.
Es lo que le pasa a la dispersa y sin brújula oposición y no se necesita ser pitoniso, adivino o muy inteligente, para darse cuenta que, desde el histórico y abrumador triunfo del SI para la Asamblea Constituyente, esos grupúsculos, antes poderosos y hoy atomizados, empezarían a dar manotones de ahogado, cuando ellos mismos se encargan de divulgar que la victoria de Correa y su lista 35 es indetenible.
Quizás algunos de ustedes, lectores voluntarios u obligados, de estos artículos cibernéticos, recuerden mis reflexiones tituladas “Guerra Declarada” (Enero 17), “Guerra Avisada” (Marzo 11) y “Grito de Guerra de Nebot” (Julio 28), en los que anunciaba la radicalización de la derecha (y no pocas pseudo izquierdas), como puede detectarse en algunas de las siguientes realidades:
· Agresión total y descarada por parte de los más grandes medios de comunicación, propiedad de pelucones o ligados a ellos, que acordaron algunas políticas generales: No volver a sacar en las primeras planas de la prensa o en los titulares, fotos o noticias de Correa, así sea para atacarlo; acoger toda denuncia con grandes caracteres contra Correa o cualquier funcionario; llegar inclusive a manipular noticias e informaciones.
· Tratar de que algunos periodistas se conviertan en voceros de la oposición (Emilio Palacio, Jorge Vivanco de prensa), dada la ausencia total de líderes que no pueden o no quieren confrontar a Correa: eso explica el abandono total de la ética periodística de entrevistadores como Carlos Vera y su alumno Jorge Ortiz, Alfredo Pinargote, que ya no peguntan sino que agreden y abusan de la debilidad de algunos comparecientes a los banquillos de los acusados.
· La desesperación de esos mismos medios por conseguir que Nebot se ponga al frente de la oposición para ver si aglutina a los grupúsculos, pero como el Alcalde no tiene un pelo de tonto, al contrario, es el más conspicuo de los vivos de las fuerzas vivas, no se deja acorralar ni por Carlos Vera ni por otros, se declaró antes partidario de la Asamblea aunque ahora fracasó en una consulta chimba a nivel de la Provincia del Guayas para torpedear la Asamblea.
· La utilización de títeres ligados al PRIAN, al PSC, a la banca (desde siempre convertida en partido político) y otras agrupaciones para lanzar juicios, amenazas y provocaciones contra Correa, como los casos del vocal León del TSE, como el Tribunal de Pichincha, como Quinto Pazmiño y otra serie de casos.
· La angustia porque la mayoría popular no se deja arrastrar a la atomización y pulverización de la Asamblea y ha decidido votar en plancha (por Correa y su 35), desestimando aquello de que escojan “a los mejores”.
En casi todas las listas hay, unos más otros menos, buenos nombres. Pero diluidos, sin norte y algunitos listos para negociar sus votos. Si no hay una mayoría definida y consciente, el fracaso de la Asamblea hará que se parezca en los vicios al Congreso.
Los ecuatorianos estamos pagando y muy caro la factura de haber abominado de la política y de los políticos, metiendo a todos en un mismo saco, tarea que cumplieron los politiqueros y los periodisteros.-
Es fácil imaginarse el drama que soporta, en sus últimos momentos, el personaje que se ahoga y lanza manotones a diestra, alto, siniestra y bajo, para salvarse del desenlace.
Y, en la mayoría de los casos, todo lo que intente es inútil, se ahoga.
Es lo que le pasa a la dispersa y sin brújula oposición y no se necesita ser pitoniso, adivino o muy inteligente, para darse cuenta que, desde el histórico y abrumador triunfo del SI para la Asamblea Constituyente, esos grupúsculos, antes poderosos y hoy atomizados, empezarían a dar manotones de ahogado, cuando ellos mismos se encargan de divulgar que la victoria de Correa y su lista 35 es indetenible.
Quizás algunos de ustedes, lectores voluntarios u obligados, de estos artículos cibernéticos, recuerden mis reflexiones tituladas “Guerra Declarada” (Enero 17), “Guerra Avisada” (Marzo 11) y “Grito de Guerra de Nebot” (Julio 28), en los que anunciaba la radicalización de la derecha (y no pocas pseudo izquierdas), como puede detectarse en algunas de las siguientes realidades:
· Agresión total y descarada por parte de los más grandes medios de comunicación, propiedad de pelucones o ligados a ellos, que acordaron algunas políticas generales: No volver a sacar en las primeras planas de la prensa o en los titulares, fotos o noticias de Correa, así sea para atacarlo; acoger toda denuncia con grandes caracteres contra Correa o cualquier funcionario; llegar inclusive a manipular noticias e informaciones.
· Tratar de que algunos periodistas se conviertan en voceros de la oposición (Emilio Palacio, Jorge Vivanco de prensa), dada la ausencia total de líderes que no pueden o no quieren confrontar a Correa: eso explica el abandono total de la ética periodística de entrevistadores como Carlos Vera y su alumno Jorge Ortiz, Alfredo Pinargote, que ya no peguntan sino que agreden y abusan de la debilidad de algunos comparecientes a los banquillos de los acusados.
· La desesperación de esos mismos medios por conseguir que Nebot se ponga al frente de la oposición para ver si aglutina a los grupúsculos, pero como el Alcalde no tiene un pelo de tonto, al contrario, es el más conspicuo de los vivos de las fuerzas vivas, no se deja acorralar ni por Carlos Vera ni por otros, se declaró antes partidario de la Asamblea aunque ahora fracasó en una consulta chimba a nivel de la Provincia del Guayas para torpedear la Asamblea.
· La utilización de títeres ligados al PRIAN, al PSC, a la banca (desde siempre convertida en partido político) y otras agrupaciones para lanzar juicios, amenazas y provocaciones contra Correa, como los casos del vocal León del TSE, como el Tribunal de Pichincha, como Quinto Pazmiño y otra serie de casos.
· La angustia porque la mayoría popular no se deja arrastrar a la atomización y pulverización de la Asamblea y ha decidido votar en plancha (por Correa y su 35), desestimando aquello de que escojan “a los mejores”.
En casi todas las listas hay, unos más otros menos, buenos nombres. Pero diluidos, sin norte y algunitos listos para negociar sus votos. Si no hay una mayoría definida y consciente, el fracaso de la Asamblea hará que se parezca en los vicios al Congreso.
Los ecuatorianos estamos pagando y muy caro la factura de haber abominado de la política y de los políticos, metiendo a todos en un mismo saco, tarea que cumplieron los politiqueros y los periodisteros.-
Los señalamientos al político Carlos Vera, en nada afectan la gratitud al periodista por sus palabras dichas el día del fallecimiento de mi hermano Mario.-
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