miércoles, 21 de noviembre de 2007

HURTADO: JEFE DE CAMPAÑA POR EL SÍ

Quito, Abril 2, 2007.-

Para ser solidario con sus compinches espirituales, los 57 diputados defenestrados, sin que los partidarios de la Consulta se lo soliciten o lo acepten, el ex Presidente Oswaldo Hurtado emerge de ultratumba para convertirse en el Jefe de la Campaña por el SÍ.

El historial de Hurtado es como para que, como la cigarra, se hubiera mantenido enterrado, y las explicaciones que le dio a un periodistero para salir de la hibernación, son lamentables por ridículas.

El historial derechista del benefactor de los grupos financieros oligárquicos (como muestra: sucretización de la deuda privada, cómplice del feriado bancario) le otorgaría legitimidad para representar a los cavernarios que se oponen a los cambios.

Pero es tal el repudio de los electores a especimenes de esta realea, que cuando ellos dicen "noche" la mayoría contesta casi por unanimidad: "día". Con mayor razón si son negativos y dicen NO, justo cuando el pueblo está desesperado porque termine "la larga noche del neoliberalismo" que ha cobrado 3 millones de migrantes, fuera de muertos, heridos y estafados.

La derecha quiso embarcar al Alcalde Nebot para que asumiera esa jefatura, pero como el cachorro no es ingenuo los dejó plantados. Y allí algún perverso socialcristiano que lo desprecian por melindroso le estimularon su peor defecto: la vanidad, para repetir la historia.

La oportunidad de figurar a Hurtado lo llevó a postularse en el 97 como Asambleísta y, ya electos, planteó al bloque de izquierda que quería ser Presidente y que votaran por él sin condiciones. Pronto se conoció que las condiciones se las había puesto Nebot, con quien estructuraron la famosa APLANADORA.

Pero a Hurtado le faltó siempre lo que le sobra a Correa y a mitad de la Asamblea desertó y se ganó la crítica universal, hasta de los propios aplanadores, a los que dejó colgados de la brocha.

Esa debe ser la explicación para que en la última contienda electoral haya sufrido la más vergonzosa derrota, al quedar último, atrás de los acostumbrados payasos de todo proceso.

Para resucitarlo y que sin pudor alguno se ponga al frente de las escuálidas fuerzas neoliberales y oligárquicas, debe haber recibido respiración boca a boca de los peces gordos de calibre como el de León Febres Cordero, que debe estar riéndose del triste papel que le han asignado.

Y como su perorata no convence ni a las peladas que lo rodean, como Larreategui y otros de amplia frente, optó por insultar y provocar a Correa que, con una juvenil sonrisa lo desarma hasta el histerismo.

El entierro del 15 de abril, con la inundación del SI será antológico.-

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