miércoles, 21 de noviembre de 2007

GEORGE W. BUSH HP (HIJO DE POSADA CARRILES)

Quito,14 de noviembre 2006.-
Los fenómenos sociales no surgen por generación espontánea ni de improviso, sino que son la resultante de procesos acumulativos.

Un caso de esos es el fenómeno de terrorismo que tiene ramificaciones y aristas que van desde el “terrorismo de estado” hasta el terrorismo de iniciativa privada.

El terrorismo no es un invento asignable a nadie. Pero hay procesos terroristas que tienen nombre y apellido.

Uno de ellos, el terrorismo propiciado, impulsado y hasta ejecutado por el gobierno de los Estados Unidos, en particular el que promueve y patrocina el señor GEORGE W. BUSH HP (HIJO DE POSADA CARRILES)

Porque la guerra de Vietnam; la invasión a Bahía de Cochinos en Cuba, la invasión a Panamá para combatir a Noriega; la invasión de Granada, etc. son actos de terrorismo del imperio que quiere controlar por la fuerza bestial de las armas a los pueblos que osan insubordinarse.

El ataque indiscriminado, agrediendo a la población civil en Irak, es el acontecimiento terrorista más torpe y absurdo de la época contemporánea y tiene un autor protagónico que llama George W. Bush HP (Hijo de Posada Carriles).

Como el terrorista siembra vientos de crueldad y cosecha tempestades de sangre, a GWB.HP le devolvieron los talibanes la dosis de perversidad desparramada por el mundo con el ataque a las Torres Gemelas, acumulando más medallas para la estupidez humana.

No resulta extraño que bajo el manto cobertor de GWB.HP se cobijen los terroristas y los paramilitares, que defienden los poderosos privilegios de los imperialistas, de las transnacionales insaciables, del capitalismo rabioso, de los explotadores a los humildes.

Uno de estos monstruos es el terrorista mal-nacido en Cuba, miembro de la bandas de la gusanera exiliada en Miami, que no se resigna haber perdido el control de sus bienes mal habidos gracias a la acción de la Revolución Cubana, es el criminal Luis Posada Carriles que entre los “méritos” que lo acreditan para ser protegido del gobierno norteamericano está el haber colocado una bomba para derribar un avión civil lleno de pasajeros, entre ellos varios deportistas, asesinados cuando viajaban de Barbados a La Habana; entre muchas otras linduras de la misma ralea.

La justicia norteamericana, de común calificada como honesta y rectilínea cuando se trata de delitos comunes, se doblega y se entrega a las manipulaciones del gobierno cuando se trata de juzgar hechos vinculados a temas políticos, como sucede con la condena a los 5 jóvenes Patriotas cubanos por haber sido sorprendidos como infiltrados en los grupos terroristas que operan en Miami o como la descarada libertad que le acaban de otorgar al asesino confeso Posada Carriles, con edad suficiente como para ser padre del jefe del imperio.

Imperio, por lo demás, carcomido con frecuencia por la violencia, como sucedió en Colombine y ahora en Virginia.
¿Hasta cuándo el noble y apacible pueblo norteamericano permite, sin rebelarse, que el terrorismo oficial siga sembrando y esparciendo por el mundo dolor y muerte organizada, manteniendo en las cárceles a los que luchan contra esa plaga, como los 5 cubanos y dejando en libertad, pese a las evidencias de su culpabilidad, a sujetos como Posada Carriles?.-

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