Quito, Octubre 4, 2006.-
Para llegar al poder, acompañado de algunos de los afiebrados pseudos revolucionarios que pululan por el ámbito político, el dictócrata, corrupto y nepótico enfermizo, Lucio Gutiérrez, utilizó con éxito la aseveración de que él, su familia y la gallada de pillastres llegaban a Carondelet para reemplazar a “los mismos de siempre”.
Se constata que la historia casi no sirve para nada, porque muchas víctimas de la reciente payasada gutierrista están ansiosos de recibir más de lo mismo, para lo cual abominan “de los mismos de siempre”.
La antítesis de “los mismos de siempre” se supone que son “los nuevos de ahora”. Y si vemos los candidatos del actual proceso, que vociferan contra “los mismos de siempre”, vamos a establecer que aunque se raspen con piedra pómez, salvo alguna rara excepción (que por ser nuevo nadie lo identifica), todos son “second hand”. Usados.
¿O porque duraron tres meses de ministros, dos años de diputados o seis meses de concejales, son “nuevos”?
¿”Nuevos” en qué o de qué? ¿”Nuevos” de paquete?
Hay “nuevos” por allí que los está utilizando en forma maniquea porque son “conocidos” como presentadores en pantalla, futbolistas, artistas… pero es evidente que están revestidos de una mediocridad política pavorosa, que se evidencia sólo con oírlos hablar o tartamudear, aunque se trate de “muy buenas personas” que para gobernar son equivalentes a las buenas intenciones, que es con lo que dicen está pavimentado el camino al infierno.
Infierno el que vivimos con Abdalá, con Mahuad y con el más nuevo de ellos, Lucio. Y estos “infernales” han sido tan mediocres que ni siquiera dejaron huella en el alma de los desmemoriados ecuatorianos, que todavía les dan pantalla y audiencia a estos destructores de la institucionalidad republicana.
Estos mentirosos, supuestos enemigos de los mismos de siempre, habría que ver si son nuevos o simplemente nuevones.-
Se constata que la historia casi no sirve para nada, porque muchas víctimas de la reciente payasada gutierrista están ansiosos de recibir más de lo mismo, para lo cual abominan “de los mismos de siempre”.
La antítesis de “los mismos de siempre” se supone que son “los nuevos de ahora”. Y si vemos los candidatos del actual proceso, que vociferan contra “los mismos de siempre”, vamos a establecer que aunque se raspen con piedra pómez, salvo alguna rara excepción (que por ser nuevo nadie lo identifica), todos son “second hand”. Usados.
¿O porque duraron tres meses de ministros, dos años de diputados o seis meses de concejales, son “nuevos”?
¿”Nuevos” en qué o de qué? ¿”Nuevos” de paquete?
Hay “nuevos” por allí que los está utilizando en forma maniquea porque son “conocidos” como presentadores en pantalla, futbolistas, artistas… pero es evidente que están revestidos de una mediocridad política pavorosa, que se evidencia sólo con oírlos hablar o tartamudear, aunque se trate de “muy buenas personas” que para gobernar son equivalentes a las buenas intenciones, que es con lo que dicen está pavimentado el camino al infierno.
Infierno el que vivimos con Abdalá, con Mahuad y con el más nuevo de ellos, Lucio. Y estos “infernales” han sido tan mediocres que ni siquiera dejaron huella en el alma de los desmemoriados ecuatorianos, que todavía les dan pantalla y audiencia a estos destructores de la institucionalidad republicana.
Estos mentirosos, supuestos enemigos de los mismos de siempre, habría que ver si son nuevos o simplemente nuevones.-
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